Cualquiera sueña con un gran golpe de suerte que lo cambie todo: no tener más deudas, cubrir las necesidades básicas, darse gustos y vivir en un lugar digno, sin ningún tipo de preocupación. Eso fue lo que le sucedió a Lee Ryan. De la noche a la mañana, su vida cambió para siempre.
Lee Ryan hizo realidad un sueño en 1995 cuando pasó de vivir en una casa de protección oficial en Leicester, Reino Unido, a ganar 8 millones de dólares en la lotería local. Sin embargo, la alegría duró poco porque la historia no terminó como él se lo esperaba.
Entre gastar el dinero en cientos de lujos y tomar malas decisiones financieras, la caída libre estrepitosa Lee Ryan fue tan profunda que terminó en la calle.
En la calle tras ganar 8 millones de dólares en la lotería: Lee Ryan y una vida complicada
Desde joven, Ryan tuvo problemas con la Justicia. Permaneció una temporada en la cárcel en 1986 por manejar autos robados y durante su condena empezó a rezar para que la vida le diera la oportunidad de hacerse de una importante suma de dinero y volverse millonario.
Irónicamente, y con el tiempo, sus ruegos fueron concedidos, pero la plata no le resultó sinónimo de estabilidad ni mucho menos de felicidad. Tras ganar la lotería, se embarcó en un desfile de derroches y nuevos delitos que lo arrastraron de nuevo hacia la cárcel. Y Ryan fue sentenciado a 18 meses de prisión, aunque solo cumplió 9.
A partir de este episodio, Lee se convirtió en el primer ganador de la lotería del Reino Unido en pisar la prisión después de recibir su premio. Sin embargo, salió con el bolsillo lleno y la oportunidad de empezar de nuevo lejos del delito.
Leé también: Horacio Pagani contó cuál fue el número que lo “salvó” para volver a ganar la lotería
Cuando la libertad tocó sus manos, no tardó en abrir la billetera. Se lanzó a vivir lujos de todo tipo sin ningún tipo de freno. Compró una mansión a todo trapo, que incluía pileta, cancha de tenis, sauna, jacuzzi y hasta sala de juegos. También se rodeó de autos de lujo, motos y hasta un helicóptero con matrículas personalizadas con su nombre.
Lee fue un nuevo rico sin que haya nadie que lo asesorase y el dinero fácil no viene con manual de instrucciones, rápido también se va: las decisiones equivocadas no tardaron en pasarle factura.
En 2003, se separó de su pareja de toda la vida y madre de sus hijos. Tuvo que vender la mansión e incursionó en inversiones que lo dejaron prácticamente en la bancarrota. Para el 2010, la fortuna que había ganado se evaporó y su situación se volvió tan insostenible que terminó en la calle.
Ryan estaba en la ruina: sin dinero, sin propiedades y sin un plan. Con el tiempo, pudo conseguir una cama en un hogar y ayuda social para sobrevivir, en donde vivió por cinco años hasta recuperarse del golpe brutal que recibió tras vivir la cima de la riqueza y el despilfarro. Pero en un momento dado hizo “click” y decidió empezar desde cero.
Pudo salir adelante y reconstruir su vida con el tiempo. A los 63 años, se dedica a hacer trabajos de pintura y a decorar ambientes en Londres. Sin dudas, es una realidad más austera a la que vivió rodeado de lujos y extravagancia, aunque aseguró en más de una ocasión que encontró mayor felicidad ahora, que cuando era millonario.
Leé también: Ganó 22 millones de dólares en la lotería pero tomó una decisión para que sus hijos no se vuelvan vagos
En varias entrevistas, Ryan reconoció que la lotería fue más una maldición que una bendición en su vida, porque no supo manejarla y terminó alejándolo de todo lo importante de su vida.
A pesar del fuerte sube y baja que experimentó, vuelve una y otra vez a la casa de la lotería para comprar un boleto, con la esperanza de volver a tener ese golpe de suerte que pueda cambiar su vida para siempre. Eso sí, se prometió a sí mismo hacer las cosas de una forma diferente.
