Los familiares y amigos de Iair Horn, uno de los rehenes argentinos que será liberado este sábado por Hamas, se mantienen esperanzados. Sin embargo, permanecen en vilo por el estado de salud de Eitan Horn, quien fue secuestrado junto a su hermano el 7 de octubre de 2023 en el kibbutz de Nir Oz.
Hamas anunció este viernes que también liberará al ruso-israelí Alexander Trufanov y a Sagui Dekel-Chen, de ascendencia estadounidense. La lista se conoció un día después de que la organización palestina confirmara que seguirá cumpliendo con el acuerdo de alto el fuego en la Franja de Gaza.
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Cuando solo faltan horas para la liberación de Iair, sus amigos Gustavo Rapoporte y Martín Rubinstein contaron que todos esperan con mucha ansiedad el momento en que finalmente sea entregado a la Cruz Roja.
“Son casi 500 días de una espera difícil de explicar. Además, hay mucha expectativa de conocer la condición de Iair y de los otros liberados”, señaló Rapoporte en diálogo con TN. Habló desde Villa Crespo, donde instalaron un mural para pedir por la liberación de los hermanos. “Este es un lugar muy emblemático, nos hace recordarlos”, añadió Rubinstein.
Es poca la información que tienen hasta el momento. Rapoporte indicó que la madre de Iair, Ruthy, y su hijo Amós serán los primeros en recibirlo. “En primera instancia, el contacto es muy limitado con personas que no son familiares directos”, aclaró. Asimismo, reveló que mientras la familia Horn espera la liberación, el padre de Iair y Eitan se recupera de un trasplante.
“La incertidumbre es muy grande”
Los amigos solo se enteraron de que Iair estaba en la lista de los 33 rehenes que se incluyeron en la lista de liberación de rehenes. “De Eitan no sabemos mucho. Esperamos a ver las condiciones en que sale Iair, si sabe algo más de su hermano, si lo pudo ver, cuándo lo pudo ver. Todos los familiares y amigos nos manejamos entre la ansiedad y el nerviosismo. Estamos hablando de que ya pasaron casi 500 días, no sabemos en qué condiciones está Iair, así que la incertidumbre es muy grande”, señaló Rubinstein.
Antes del secuestro, Rapoporte aseguró que el contacto con los Iair Horn era “muy fluido, casi cotidiano”. Pero desde aquel fatídico 7 de octubre todo “parece una película”. O peor, una pesadilla.
“Fuimos atravesando distintas etapas -agregó el hombre-. Los primeros dos meses, el estatus de ellos dos era de desaparecidos. Ni siquiera había certeza de que estuvieran retenidos en Gaza, con lo cual la incertidumbre era todavía mucho más grande. Después supimos que estaban en Gaza. También, durante mucho tiempo, no se supo nada sobre la condición en la que se encontraban”.
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Los familiares y amigos no tuvieron una muestra de vida hasta la primera liberación de rehenes. “La gente que salía empezó a contar y comentar un poco sobre el estado de Iair y Eitan. ¿Cómo pasamos todo este tiempo? La verdad es que fueron procesos muy diferentes a lo largo del tiempo. Y muy personales para cada uno. Es una situación extremadamente compleja”, lamentó Rapoporte.
