Hay muchísimas cosas que tenemos en casa a las que podemos darles una segunda vida en lugar de tirarlas a la basura. Por ejemplo, los restos de café son un excelente abono para las plantas porque aportan nitrógeno, mejoran el drenaje y ayudan a retener la humedad en la tierra.
Algo similar ocurre con las bolsas de té usadas, que cada vez más personas están guardando en vez de descartarlas. ¿El motivo? Son muy útiles como fertilizante natural y también para combatir los olores desagradables en tu casa.
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Usos de las bolsas de té
Más allá de preparar una buena infusión, las bolsas de té usadas tienen muchas aplicaciones prácticas:
1- Fertilizante para las plantas
Antes de agregar las bolsas a la tierra, es importante retirar cualquier grapa o etiqueta que puedan tener. Una vez limpias, podés usarlas como abono porque son biodegradables y se descomponen rápido, liberando nutrientes esenciales en la tierra. El resultado: plantas más fuertes, sanas y bien nutridas.
2- Eliminar olores desagradables en el hogar
Si tenés mal olor en la heladera, el tacho de basura o algún rincón de la casa, probá colocando algunas bolsas de té secas en esos lugares. Absorben los olores y dejan un aroma más fresco y natural. También podés usarlas dentro de los zapatos para evitar el mal olor.
3- Exfoliante natural para la piel
Las propiedades del té pueden aprovecharse en la piel. Si abrís una bolsa usada y mezclás las hojas con un poco de azúcar o miel, tendrás un exfoliante natural para suavizar y revitalizar la piel.
4- Desinflamante para ojos hinchados
Si dormiste mal o tenés los ojos cansados, colocá bolsas de té frías sobre los párpados durante unos minutos. El té tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir la hinchazón y las ojeras.
