Juan Laso siempre soñó con un estilo de vida más conectado con la naturaleza y hace 15 años empezó a concretarlo en un terreno que había sido de su tío. “Hoy vivo en una calle de tierra y me encanta. Llegamos en un momento en que la tierra era accesible”, explica Laso a TN.
En este ecobarrio, las casas de barro se levantan como esculturas naturales, cada una con su personalidad y diseñadas por sus propios habitantes. Cuando Juan y su esposa Carla se mudaron a Canning decidieron construir su hogar e invitaron también a otras personas a que se sumaran.
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Maximiliano trabaja en informática y entendió hace un tiempo que quería vivir en armonía con el entorno. “Con la buena conexión a Internet, pude construir la casa de mis sueños, dándole la forma que siempre imaginé y trabajar desde acá”, cuenta.
La construcción natural es el corazón de este proyecto. “El costo por metro cuadrado es muy accesible y el proceso es mucho más amigable con el medio ambiente”, explica Juan.
En ese sentido, destaca que se utilizan materiales como tierra, arena y bosta para construir las paredes y los techos verdes. “Eso es uno de los tantos beneficios que, por ejemplo, con esta construcción podemos mantener una temperatura agradable en la casa durante todo el año”.
Más que casas, un estilo de vida
La “común unidad”, como los vecinos lo definen, es mucho más que un conjunto de viviendas. Es una comunidad que promueve un estilo de vida saludable y sostenible. Juan organiza retiros de yoga, talleres de construcción natural, y todos comparten conocimientos sobre permacultura y huerta orgánica. “Vivimos en Buenos Aires, pero nos sentimos desconectados de la ciudad”, comenta Carla, otra de las residentes. “Aquí encontramos paz y tranquilidad, rodeados de naturaleza”.
“El costo por metro cuadrado de una casa así es de 300 a 500 dólares. Este valor incluye la construcción con materiales y la mano de obra. No es en el circuito clásico donde uno consigue las cosas para construirla”, explica Juan.
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Para una construcción de este estilo, se necesitan camiones de tierra, diez metros de arena, porque lo usás para los cimientos, para el revoque y para las paredes. “Con tres, cuatro trailes de bosta, hacés una casa de 100 metros. La permacultura te permite levantar tu casa con cosas que tenés a tu alrededor”, sostiene.
Sobre el cambio de vida, toda la comunidad coincide: “Apostamos a mejorar nuestra calidad de vida rodeados de un entorno natural y a partir de valores de amor, respeto, cuidado y profunda admiración por la naturaleza. Nuestra musa. Aquí organizamos retiros, damos clases de yoga, construimos, reciclamos, investigamos sobre energías alternativas, huerta orgánica, aprendemos, convivimos, y mucho más”.
Producción y realización: Juan Pablo Chaves
Edición: Belén Duré