Chiquinho Scarpa llamó la atención de toda la prensa brasileña al protagonizar una puesta en escena inusual: anunció que enterraría un costoso auto de lujo. Sin embargo, detrás de aquel supuesto “funeral automovilístico” se econtraba una ingeniosa y efectiva campaña a favor de la donación de órganos.
El origen de la fortuna y un título nobiliario en Brasil
Chiquinho Scarpa procede de una familia de ascendencia italiana cuyo padre fue nombrado conde en 1949. Aunque el título se originó en Europa, él continuó utilizándolo en Brasil. Además, la prensa dejó en evidencia su poder económico y la influencia que llegó a tener en distintos rubros empresariales.
Se afirma que parte de su fortuna aumentó gracias a proyectos de minería, producción de bebidas alcohólicas y el establecimiento de una firma de inversiones. Sin embargo, su nombre también fue noticia por situaciones extravagantes. Una de ellas ocurrió en 2009, cuando Scarpa se sometió a una cirugía estética para eliminar el abultamiento de su abdomen. Esa intervención derivó en complicaciones infecciosas que lo colocaron en coma durante varios meses.
El supuesto funeral de un Bentley de medio millón de dólares
En redes sociales, Scarpa comunicó que al morir deseaba ser sepultado al estilo de los faraones. En específico, quería edificar una gran tumba en su mansión y colocar en ella sus pertenencias más valiosas. Entre los objetos que supuestamente consideraba enterrar se incluía un lujoso automóvil Bentley, valorado en más de 500.000 dólares.
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El mensaje fue acompañado por imágenes que mostraban a Scarpa posando con una pala, así como también aparecían excavadoras en el jardín de su propiedad para cavar un agujero inmenso. La fecha elegida para el entierro se fijó el 20 de septiembre de 2013 y se invitó a la prensa y a curiosos a presenciar la extraña ceremonia.
El día del entierro del Bentley: la campaña publicitaria que se escondía detrás
Medios locales e internacionales desplegaron cámaras y hasta helicópteros para registrar lo que parecía un capricho insólito. Se especulaba que el millonario quería emular los rituales egipcios, en los cuales los reyes se hacían enterrar con sus tesoros para disponer de ellos en la otra vida. Otros sugerían que su verdadero objetivo era eludir impuestos o realizar una maniobra legal para proteger su patrimonio.
En determinado momento, el vehículo comenzó a descender por una rampa, directo al hueco excavado. En ese instante, Scarpa se dirigió a quienes observaban y ordenó suspender la bajada. Entonces, reveló el verdadero motivo de ese evento: todo se trataba de una campaña de concientización para la donación de órganos, impulsada por la Asociación Brasileña de Trasplantes de Órganos.
Señaló que mucha gente consideró “absurdo” el hecho de enterrar un auto de medio millón de dólares. Sin embargo, advirtió que que existía algo aún más valioso que se desperdiciaba con frecuencia: los órganos humanos, que podrían salvar vidas.
Esa estrategia tuvo un gran impacto positivo en la donación de órganos. Entonces, su imagen cambió drásticamente: pasó de ser criticado en medios de comunicación por arrogancia y despilfarro a ser elogiado por su ingenio y compromiso social.
Con esa campaña publicitaria, se inauguró oficialmente la semana nacional de donación de órganos en Brasil. Las cifras hablaron por sí solas: la difusión en redes alcanzó más de 170 millones de personas y se estimó que la cobertura mediática tradicional (televisión, radio, prensa escrita) multiplicó aún más el alcance. Según datos divulgados en su momento, la cantidad de donantes creció un 31,5% en el plazo de un mes.
El antes y el después en la vida de Chiquinho Scarpa
Antes de llevar a cabo esta campaña, Scarpa era conocido por su faceta de playboy, sus lujos excéntricos y sus apariciones en fiestas de la alta sociedad brasileña. Se supo que, en su juventud, viajó en jets privados y solía organizar eventos extravagantes en su mansión ubicada en un prestigioso barrio de São Paulo.
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Sin embargo, la etapa posterior a la infección que lo mantuvo en coma varios meses lo hizo reflexionar. En varias entrevistas relató que estar al borde de la muerte lo llevó a replantearse metas y prioridades, así como a reflexionar sobre temas vinculados a la salud. La muerte de su madre, tiempo después, también fue un punto de inflexión que lo llevó a repensar su vida.