Se reportaron dos focos de incendio en la ciudad de Campana durante las últimas horas, pero gracias al trabajo de los bomberos, Defensa Civil y Gendarmería, más la colaboración del equipo aéreo de la policía bonaerense, fueron controlados.
De acuerdo con la información de la periodista Diana Costichi, uno de los incendios más graves se originó en la reserva natural Ciervo de los Pantanos; y el segundo, en la Ruta 12, a la altura del kilómetro 95.
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Según informó el jefe de bomberos de Campana -Jonathan Craviotto- en diálogo con TN, las llamas están controladas pero aún no lograron extinguirlas por completo. “Hay varios focos activos sobre las torres de alta tensión, lo cual se hace imposible acceder a pie con el recurso humano que tenemos y más por la hora que es”, indicó.
Asimismo, el brigadista precisó que durante esta noche realizarán una guardia y esperarán a las primeras horas de la mañana de este viernes para continuar con el operativo.
Por el momento, se desconocen las causas que originaron el incendio. “No sabemos situar el inicio del fuego, pero ya podemos descartar el riesgo de que llegue a las casas linderas”, agregó Craviotto.
En la tarde de este jueves, llegaron los helicópteros hidrantes de la Policía de Buenos Aires a la Ruta 12 y cargaron agua del río Paraná de las Palmas, a cuatro kilómetros del lugar, para contener las llamas.
Al principio, confirmó Costichi, los brigadistas estaban trabajando a pie, con látigos y mochilas de abastecimiento, pero el fuego avanzó muy rápido hasta extenderse debajo de las torres de alta tensión, por lo que se volvió crucial la ayuda aérea. Durante este operativo, el tráfico en la ruta se redujo a solo el carril rápido.
A la altura del kilómetro 95, trabajó Gendarmería y el personal de bomberos de Zárate, de Campana y Defensa Civil también trabajaron en el lugar.
Así quedó un bosque arrasado por el fuego en Epuyén
El incendio forestal que afectó a la localidad de Epuyén, en la provincia de Chubut, dejó un paisaje desolador y marcas imborrables tanto en la naturaleza como en la comunidad. En pocas horas, el fuego consumió unas 2000 hectáreas de vegetación, arrasó con más de 50 viviendas y obligó a la evacuación de más de 200 personas hacia el gimnasio municipal.
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La situación, favorecida por las condiciones climáticas extremas de la región, como la sequía prolongada y las ráfagas de viento que superaron los 70 km/h, se tornó incontrolable en cuestión de horas. Los brigadistas continúan trabajando intensamente para contener los focos secundarios y estabilizar el perímetro del incendio, mientras los habitantes de esta pequeña localidad de 4.000 habitantes intentan regresar a sus hogares para evaluar las pérdidas.
El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, destacó que, aunque el fuego está lejos de ser controlado, la situación en las zonas residenciales ha mejorado, brindando un alivio parcial a los vecinos. Sin embargo, los daños materiales y ambientales son devastadores. Además de la destrucción de viviendas, la flora y fauna local también sufrieron pérdidas irreparables.
