El potus, también conocido como pothos o planta del dinero, es una de las plantas más populares y fáciles de cuidar en el hogar. Si bien esta planta es conocida por su resistencia, hay algunos trucos que pueden ayudarte a maximizar su crecimiento y mantenerla sana y espectacular.
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1. Luz adecuada
El potus prefiere la luz indirecta brillante, aunque también puede adaptarse a condiciones de poca luz. Sin embargo, si deseas que crezca rápidamente, es importante que los ubiques en un lugar donde reciba suficiente luz filtrada, como cerca de una ventana con cortinas. Evitá la luz solar directa, ya que puede quemar sus hojas.
2. Riego consistente
El riego es crucial para mantener tu potus saludable. Dejá que la capa superior del sustrato se seque entre riegos. Introducir un ciclo de riego regular evita el exceso de agua, que puede provocar pudrición de las raíces, y el riego insuficiente, que detendrá su crecimiento. Una buena regla es regar cuando el sustrato esté seco al tacto unos 2-3 centímetros hacia abajo.
3. Fertilización periódica
Para acelerar el crecimiento de tu potus, agregá fertilizante líquido para plantas de interior cada dos semanas durante la primavera y el verano. Optá por uno balanceado en nitrógeno, fósforo y potasio para estimular tanto el crecimiento de las hojas como el desarrollo de las raíces.
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4. Poda regular
Podar el potus no solo lo mantiene ordenado, sino que también fomenta un crecimiento más denso. Cortá las hojas amarillas o dañadas y recortá los tallos largos que parezcan “débiles”. Esto redirige la energía de la planta hacia el crecimiento saludable.
5. Cambio de maceta
Si notás que las raíces de tu potus están saliendo por los agujeros de drenaje, es hora de cambiarlo a una maceta ligeramente más grande. Usá un sustrato bien aireado y con buen drenaje para evitar encharcamientos.
6. Humedad y temperatura
El potus prospera en ambientes con alta humedad y temperaturas entre 18 y 30 °C.