Más allá de que el avión es considerado como el medio de transporte más seguro del mundo, lo cierto es que todos los procedimientos burocráticos que hay que cumplir antes de subir pueden resultar más que tediosos: Para no tener inconvenientes en el check-in y pasar los controles de seguridad, se recomienda llegar al aeropuerto al menos dos horas antes.
Además de tener la documentación en regla, también existen algunos objetos que no se pueden colocar en el bolso de mano. Por ello, es conveniente consultar las medidas, el peso y el número de bultos permitidos de manera previa con la compañía aérea: cualquier desencuentro podría dejar al pasajero sin viaje o incluso retenido en las instalaciones.
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Lo preferible es llevar los artículos valiosos, como joyas, dispositivos electrónicos y dinero para gastar, en la maleta que tengamos a mano. A su vez, se aconseja contar con copias de todos los datos, del pasaporte, los visados, las tarjetas y el DNI, más allá de los originales, y separarlos. En el caso de contar con medicación para ingerir durante el vuelo, se sugiere guardarla y tenerla accesible.
Una lista interminable que incluye armas y varios equipos deportivos
Por supuesto, las armas de fuego y los objetos filosos están terminantemente prohibidos, por más que sean estrictamente necesarios: ni siquiera se pueden portar sacacorchos, agujas y alicates. Los equipos deportivos punzantes, como patines; y otros contundentes, como palos de golf, forman parte de la lista negra en cualquier terminal.
Las sustancias explosivas y tóxicas -aquellas que se utilizan durante las Fiestas, como las bengalas, no tienen lugar- tampoco pueden estar presentes en el equipaje. Uno de los elementos que se integraron al listado recientemente, a raíz de los inconvenientes que genera por su sobrecalentamiento, es el litio, aplicado para juguetes y otros artefactos.
Las autoridades no dejarán pasar, a su vez, instrumentos musicales que no quepan debajo de los asientos; bebidas alcohólicas con más de 70 grados; y líquidos y geles de más de 100 mililitros. Lógicamente, no serán contemplativos con aquellos que los hayan adquirido en el free shop, aunque el establecimiento esté dentro del aeropuerto.
Los envases que sí sean aceptados por el personal de seguridad aeroportuaria tienen que estar contenidos en una bolsa transparente y con sistema de apertura y cierre, y una capacidad no superior a 1 litro. El plástico en cuestión, asimismo, debe situarse en las bandejas del control, fuera del bolso que portemos.
Las bebidas y alimentos, habilitados siempre y cuando sean para consumo personal
Similar es el caso de las bebidas, la cosmética y los perfumes comprados allí mismo: el traslado tiene que realizarse en un recipiente homologado y precintado, que contenga el recibo. Además, no se pueden abrir hasta arribar al destino final. Los alimentos no cuentan con ninguna restricción, siempre y cuando sean para consumo personal.
Las muletas y bastones necesarios para el desplazamiento de personas aparecen habilitados, al igual que los carritos de bebés, cunas y sillas para menores de edad, y urnas de cenizas -con el respectivo certificado de defunción del occiso-. Una situación parecida es la de los aparatos como celulares, tabletas, computadoras portátiles y baterías externas: todos los artefactos pueden usarse en el aire.
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Todo lo que esté restringido será pasible de ser confiscado por los oficiales del servicio, y el individuo podría pasar un mal trago en la terminal. Lo mejor es conocer las especificidades de cada línea aérea y disfrutar de un viaje completamente libre de dificultades.
