El baño, y en particular el inodoro, es uno de los lugares de la casa que, aunque muchas veces pasó por alto, juega un papel fundamental en la circulación de energías dentro de nuestra casa. Por eso, existen pequeños rituales para purificar estos espacios limpiando las malas energías mientras dormimos.
Según diversas tradiciones y creencias, los lugares de agua son puntos de acumulación de energías, tanto positivos como negativos, como lo es el caso del inodoro.
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Cómo es el ritual que tenés que hacer en el inodoro
Antes de ir a dormir, simplemente tenés que tomar una pizca de sal gruesa y colocarla en el borde del inodoro o dentro del agua. La sal es un elemento purificador por naturaleza, ya que tiene la capacidad de absorber energías negativas, liberando el espacio de cualquier tipo de tensión, estrés o malestar que pueda estar presente. Según algunas creencias, la sal actúa como un “detector” de malas vibraciones y las disuelve, dejando un ambiente más armónico y equilibrado para al día siguiente.
La sal, además de su poder purificador, también simboliza la protección. En muchas culturas, se considera que la sal tiene la capacidad de alejar influencias externas y mantener el lugar seguro. Este ritual tiene un toque de magia que, si bien no tiene una explicación científica exacta, se transmitió de generación en generación como una forma de restablecer el equilibrio energético en el hogar.
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Lo importante es hacerlo con la intención de limpiar el ambiente, liberarlo de malas energías y traer tranquilidad y paz. Si lo deseás, podés complementar el ritual con una breve meditación o visualización, concentrándote en las intenciones de purificación y renovación que deseas para tu hogar. Así, mientras dormís, la sal cumplirá su propósito y, al despertar, te encontrarás con un baño más limpio no solo en términos físicos, sino también energéticos.