El dinero es un objetivo constante para la mayoría de las personas: se trabaja para ganarlo, ahorrarlo, invertirlo y, finalmente, gastarlo. Sin embargo, Joseph Stancak rompió ese esquema por acumular silenciosamente una fortuna que desató toda una investigación histórica para rastrear a sus familiares lejanos y cambiarle la vida a 119 personas con su herencia.
Stancak es un estadounidense que falleció el 23 de diciembre de 2016 a los 87 años. Dejó 11 millones de dólares como patrimonio. Sin herederos directos (como esposa, hijos o hermanos vivos), su fortuna pasó a convertirse en la herencia sin destino de propiedad no reclamado más grande en la historia de Illinois y posiblemente de los Estados Unidos.
Joseph Stancak, el hombre que acumuló una gran riqueza en secreto
Joseph Stancak había nacido en agosto de 1929 en Chicago, en pleno auge de la denominada Gran Depresión. Hijo de inmigrantes polacos, sus padres se habían casado en la ciudad de Nueva Jersey en el año 1909 y tuvieron otros seis hijos además de Joseph (Mary, Paul, Anna, John, Helen y Frances).
Sin embargo, la expansión del árbol genealógico y la descendencia de la pareja polaca se detuvo, ya que solo Anna y John llegaron a contraer matrimonio, mientras que los demás vivieron solteros y sin tener hijos.
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Stancak llevó en los Estados Unidos una vida aparentemente muy tranquila y modesta en un bungalow ubicado en Gage Park, una pequeña comunidad de Chicago, al este del país norteamericano.
Los vecinos siempre lo describieron como una persona sencilla y ahorrativa, que vivía modestamente y que incluso realizaba personalmente reparaciones en su casa, valuada en 325.500 dólares.
A simple vista, el hombre no levantaba ni la más mínima sospecha de haber reunido una cifra millonaria. Aunque, se sabe, en muchas ocasiones las apariencias engañan. Y ésta, evidentemente, fue una de ésas. La única pista que pudo haber revelado su riqueza era un barco llamado Easy, aunque de todas formas nunca llegó a despertar indicios contundentes respecto a su fortuna.
El origen de los 11 millones de dólares que acumuló Stancak sigue siendo un enigma. Las autoridades estatales y los investigadores trabajaron durante años para rastrear sus activos y reconstruir su historia financiera, pero los detalles sobre cómo logró diversificar y aumentar su patrimonio en grandes cantidades permanecen aún sin revelar.
“Nadie sabe qué hizo ese hombre ni cómo manejó sus inversiones”, comentó Rudy Quinn, presidente de Linking Assets Inc., al medio local Block Club Chicago. Tampoco hubo algún tipo de información vinculada al tipo de trabajo al que se dedicaba Stancak.
Tras la muerte del enigmático millonario, la Justicia estadounidense comenzó una ardua investigación para dar con los posibles herederos. Dado que no tenía hijos ni hermanos vivos, las autoridades se vieron obligadas a reconstruir un árbol genealógico que abarcó cinco generaciones.
Este esfuerzo dio como resultado la identificación de 119 familiares en todo el mundo, desde Polonia hasta Eslovaquia, Alemania, Reino Unido, Canadá y varias partes de Estados Unidos, incluyendo Illinois, Nueva Jersey y Nueva York.
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Kenneth Piercey, abogado del caso, describió la magnitud de la investigación: “En mi oficina tengo un pergamino de cuatro metros y medio de largo (con todos los nombres), que puede atravesar la habitación. Nunca antes había visto un caso tan complicado”.
La distribución de la herencia también representa un reto logístico considerable, ya que prácticamente todos los herederos de Stancak residen en el extranjero. A pesar de ello, la Justicia estadounidense pudo repartir la parte que le corresponde a cada uno. Se trata de una cifra calculada en 60.000 dólares promedio por beneficiario, después de descontar los impuestos.