La pandemia de coronavirus impulsó una redefinición del escenario laboral, donde tomó una gran relevancia el concepto de flexibilidad como una prioridad para trabajadores y empleadores. Entre las propuestas que han surgido para optimizar el equilibrio entre vida personal y profesional, el modelo 3-2-2 comenzó a popularizarse como una alternativa que promete mejorar la productividad y promover el bienestar, aunque aún existen ciertos obstáculos para su implementación.
Origen del modelo 3-2-2
El modelo 3-2-2 forma parte de una serie de tendencias en el ámbito laboral que tienen como objetivo equilibrar la demanda de productividad con el bienestar de los empleados. Surge como respuesta a la creciente demanda por parte de los trabajadores de esquemas más flexibles que les permitan gestionar mejor su tiempo, algo que empezó a satisfacerse con el trabajo remoto que tomó un gran protagonismo durante la pandemia.
Un estudio realizado por ManpowerGroup destaca que el 64% de los empleados preferiría una semana laboral de cuatro días con salario completo, mientras que el 19% estaría dispuesto a aceptar una reducción en su salario a cambio de un balance más saludable entre trabajo y vida personal. Esto refleja una inclinación clara hacia modelos como el 3-2-2.
Cómo funciona el modelo 3-2-2
- Tres días en la oficina: en esta etapa, los empleados trabajan de forma presencial, lo que favorece la interacción directa, la colaboración en equipo y el fortalecimiento de la cultura organizacional.
- Dos días de trabajo remoto: estos días permiten a los trabajadores hacer sus tareas desde su hogar o cualquier ubicación fuera de la oficina, lo que reduce los tiempos de traslado y todos los costos asociados.
- Dos días de descanso: un fin de semana convencional que brinda tiempo para la recuperación física y mental.
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Beneficios del modelo 3-2-2
- Incremento de la productividad: estudios realizados por organizaciones como 4 Day Week Global indican que modelos flexibles como el 3-2-2 pueden incrementar el rendimiento de los empleados.
- Mejor balance entre vida laboral y personal: la combinación de presencialidad, home office y descanso ayuda a los trabajadores a equilibrar sus responsabilidades profesionales con las personales.
- Reducción de costos operativos: para las empresas, este modelo permite optimizar el uso de los espacios físicos y reducir gastos asociados con el mantenimiento de oficinas. Lo mismo ocurre con los empleados, que ahorran los gastos de traslado.
- Disminución del estrés: la flexibilidad horaria y la eliminación de desplazamientos contribuyen a reducir la presión sobre los empleados, lo que a su vez mejora su salud mental.
Retos en la implementación del modelo 3-2-2
Uno de los obstáculos en la adopción del modelo 3-2-2 tiene que ver con la coordinación de equipos, dado que garantizar que los días presenciales y remotos sean eficaces requiere una planificación cuidadosa y herramientas tecnológicas que faciliten la colaboración.
Otro reto se vincula con la cultura organizacional, dado que en empresas con una fuerte tradición presencial, la transición hacia un modelo híbrido puede generar resistencias internas.
Asimismo, podrían dificultarse las adaptaciones de ciertos sectores en particular. Es que no todas las industrias pueden implementar este esquema con facilidad. La manufactura o los servicios esenciales enfrentan limitaciones debido a la naturaleza de sus tareas.
Empresas que adoptan el modelo 3-2-2
Algunas compañías ya están experimentando con este esquema como parte de una estrategia más amplia de flexibilidad laboral. Unilever, por ejemplo, implementó el programa FlexYVida en su filial argentina, lo que ofrece una jornada reducida una vez al mes para más de 1.200 empleados administrativos.
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Quales Group es otra empresa que ha implementado cambios significativos en sus dinámicas laborales. Desde 2022, la firma redujo la jornada semanal a 36 horas y luego a 32, inspirándose en modelos exitosos aplicados en países como España, Islandia y Dinamarca.
