Lograr vidrios impecables y sin rayas puede parecer una tarea imposible, especialmente si te quedás con los métodos tradicionales. Sin embargo, existe un truco sencillo, económico y efectivo que te ayudará a dejar tus ventanas, espejos y puertas de vidrio relucientes.
Para esta técnica de simples pasos solo vas a necesitar un paño de microfibra y una mezcla casera con alcohol isopropílico. Este método no solo evita marcas y pelusas, sino que también es rápido, seguro y respetuoso con el medio ambiente.
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¿Por qué funciona?
El alcohol isopropílico es un limpiador natural que se evapora rápidamente, lo que minimiza la formación de rayas y manchas de agua. Además, la microfibra, a diferencia de las esponjas o cepillos, no raya ni deja residuos en la superficie. Esta combinación es la receta perfecta para un acabado profesional sin gastar en productos caros.
Paso a paso para limpiar vidrios sin dejar rayas
- Prepará la mezcla limpiadora: Llená un rociador con partes iguales de agua y alcohol isopropílico. Si deseás un extra de poder desengrasante, agregá unas gotas de vinagre blanco. Agitá bien la mezcla antes de usar.
- Rociá la mezcla sobre el vidrio: Asegurate de cubrir toda la superficie que deseás limpiar, sin saturar demasiado para evitar goteos innecesarios.
- Limpiá con el paño de microfibra: Frotá con movimientos circulares para eliminar la suciedad y las manchas. La microfibra atrapará el polvo y los residuos sin esfuerzo.
- Secá rápidamente: Usá un lado seco del paño o una segunda microfibra para retirar cualquier exceso de líquido y asegurar un acabado brillante.
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Para lograr resultados perfectos, es importante evitar hacerlo bajo el sol directo, ya que el calor puede hacer que la mezcla se evapore más rápido de lo pensado, dejando manchas en el vidrio. Además. debés limpiarlo de arriba hacia abajo para evitar que el líquido caiga sobre áreas ya limpias.
