Fedor Bakulov es un ciudadano ruso que esta mañana de Navidad estaba en su casa viendo la televisión y vio en TN que dos compatriotas suyos estaban demorados por un test de alcoholemia. El hombre se acercó al control de tránsito que desde el martes de Nochebuena esaba apostado en la Avenida del Libertador, en Recoleta.
“A la mañana, en mi desayuno, vi en las noticias un hombre ruso en su auto, probablemente con problemas con el alcohol... Y como la Policía de la Ciudad muy probablemente no habla ruso, me acerqué a ayudar”, expresó Baklov en el piso de TN.
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“Me acerqué al coche para hablar con el hombre, pero no bajó la ventanilla”, explicó Fedor. “En cambio, el segundo auto, que tenía tres personas, uno me dijo que no era asunto mío, y que quién era yo para hablar con él”.
Fedor calificó la situación como “una vergüenza” y agregó: “Son diplomáticos y tienen más responsabilidad de comportarse bien. Soy una persona normal, no soy periodista ni abogado. Soy un ruso que me interesa que la gente de mi país sea buena”.
Según contó el ciudadano ruso, en el control de alcoholemia había un tercer ruso, con un diplomático dentro con quien intentó conversar: “El hombre me dijo que quién era yo para hablar con él y que era un traidor. Y una mujer que me habló en ruso me acusó de ser un agente de Estados Unidos”.