En la actualidad, buena parte de los dispositivos que utilizamos requieren de un mando o un control que funciona a través de pilas: por lo general, esa clase de baterías, sobre todo si son alcalinas, pueden llegar a durar entre 5 y 10 años siempre y cuando estén en condiciones. Sin embargo, a la hora de adquirir unas nuevas, es clave tener en cuenta su tamaño para evitar complicaciones.
En ese contexto, hay un truco sencillo que nos puede resolver el problema para que hagan contacto y funcionen normalmente: un video publicado por la cuenta de Facebook “bricolajefacilísimo”, que ya fue publicado hace una década, se convirtió en furor debido a que presenta un método prácticamente infalible.
Por lo pronto, hace falta colocar un poco de papel aluminio, recortado en la proporción necesaria y con forma de bollito, en el sector del polo negativo, con un poco de presión: ocurre que el material es un buen conductor de electricidad, lo que lo convierte en apto para transferir la corriente y que el artefacto pase a cumplir su función sin problemas.
Por qué el uso del papel de aluminio para que funcionen las pilas no es ideal a largo plazo
Además, el metal blando cuenta con algunas propiedades positivas que le brindan muchas ventajas. En principio, es liviano, tiene la capacidad de contener hasta cuatro veces más energía que las baterías que no son de litio, no causa ningún tipo de daño ambiental y es reciclable, por lo que puede ser utilizado para otras cuestiones.
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Por supuesto, cabe destacar que la implementación del papel no es una solución permanente, así que será necesario cambiar las pilas en algún momento. Al mismo tiempo, se debe incorporar con precaución y no se aconseja hacerlo durante periodos largos o con dispositivos de alto consumo: el riesgo de que el aluminio se sobrecaliente es relativamente alto.
Asimismo, hay que verificar que el elemento no sobresalga para que permita el cierre total del compartimiento, sin afectar su correcto desempeño. De todas formas, una serie de investigaciones recientes proponen la confección de artefactos que son capaces de aplicarse en aparatos portátiles y hasta bicicletas eléctricas.
Las nuevas baterías aluminio-aire, que proponen una revolución tecnológica y energética
Las baterías funcionan con una tecnología novedosa denominada aluminio-aire, que presenta algunos beneficios con respecto a alternativas tradicionales: más allá de ser amigable para el medio ambiente, logra incrementar la autonomía de los vehículos de ese estilo, especialmente cuando se trata de largas distancias.
Las unidades consisten en un electrodo negativo de un metal -el aluminio- y un electrodo positivo especial, que permite que el oxígeno del aire ingrese al acumulador eléctrico para que reaccione y lo oxide: dado que uno de sus reactivos está en el ambiente y es casi inagotable, tiene una mayor capacidad de almacenamiento.
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Por supuesto, el papel tiene otras tantas aplicaciones: se usa para la construcción, como edificios, barcos, aviones y automóviles; el transporte y la distribución de energía; la fabricación de los electrodomésticos; los accesorios de iluminación; mantas de rescate; los sistemas de tuberías y la elaboración de envases.
Qué puede pasar si usamos aluminio con pilas durante mucho tiempo
Con respecto a las pilas típicas, como las doble A y triple A, hay que emplear el aluminio con discreción: si bien es poco común, hay chances de que provoque un cortocircuito que genere calor e incluso fuego. Para desechar las baterías que ya no son útiles, se recomienda juntarlas en un lugar especial, llevarlas a un centro de reciclado y esperar al servicio de recolección.
