Con tan solo 31 años, Gustav Magnar Witzøe es uno de los jóvenes más ricos del mundo y, además, una de las figuras más fascinantes de Noruega. Aunque tiene una fortuna de casi 3.000 millones de dólares, provenientes de un imperio familiar en la industria del salmón, él elige trabajar como modelo y dedicarle mucho tiempo a sus pasiones y hobbies.
La historia de Gustav está marcada por el peso de la herencia familiar. Su padre, Gustav Witzøe, es el fundador de SalMar, una de las principales empresas dedicadas la producción y venta de salmón en el mundo.
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En 2013, cuando Gustav tenía apenas 19 años, su padre le transfirió el 53% de las acciones de la compañía. Este movimiento no solo aseguró su lugar como el principal accionista, sino que también lo convirtió en multimillonario a una edad muy temprana.
Sin embargo, a pesar de ser el heredero de un imperio que produce miles de toneladas de salmón cada año, Gustav no participa activamente en la gestión de la empresa. Su padre y otros directivos se encargan de dirigir SalMar, mientras él ha decidido explorar su lado más creativo e invertir su tiempo en otros proyectos.
Con una fortuna que podría garantizarle una vida sin preocupaciones, Gustav optó por un camino poco convencional para alguien de su estatus: trabajar como modelo. Con una estatura importante, cabello rubio, ojos claros y un físico trabajado, no tardó en llamar la atención en el competitivo mundo de la moda.
Guiado por su amigo y estilista Jan Thomas, Gustav dio el salto a Nueva York y firmó con Next Models Worldwide, una agencia reconocida internacionalmente. Desde entonces, participó en desfiles y campañas de prestigiosas marcas, demostrando que su talento va más allá de los negocios.
Dedicarse al modelaje no es un gusto que simplemente se da: tiene su costado de sacrificios y trabajo intenso. Esta actividad le demanda viajar constantemente, cumplir con una dieta estricta y pasar unas cuantas horas semanales en el gimnasio.
Este interés por la moda también lo ha llevado a desarrollar una presencia significativa en las redes sociales. En Instagram, donde cuenta con casi 30.000 seguidores, comparte su estilo de vida y colaboraciones con distintas firmas, consolidando su imagen como un influencer global.
Gustav Magnar Witzøe, un millonario con pasatiempos exclusivos
Lejos de los reflectores de la pasarela, Gustav disfruta de un estilo de vida lleno de lujo y aventuras. Es un amante de los deportes y dedica buena parte de su tiempo libre al esquí, tanto en las montañas nevadas de Noruega como en pistas internacionales. Durante el verano, cambia la nieve por el agua y practica esquí acuático, motos de agua y piragüismo.
El golf es otra de sus grandes pasiones, que comparte con su padre. Además, tiene un interés notable por los automóviles de alta gama, entre los que se destaca un Lamborghini Urus que forma parte de su colección personal. El acceso a estos placeres está facilitado por su jet privado, que le permite moverse con comodidad entre distintos destinos del mundo.
Aunque el modelaje ha sido su principal actividad fuera del negocio familiar, Gustav también tiene otros intereses. Recientemente hizo grandes inversiones en tecnología y bienes raíces, sectores que considera fundamentales para el futuro. Este enfoque demuestra que, a pesar de su estilo de vida lujoso, tiene una visión estratégica para asegurar y hacer crecer su patrimonio.
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Con su fortuna y su espíritu inquieto, el joven de Noruega encontró en la moda y sus hobbies una manera de desafiar las expectativas que otros podrían tener sobre un heredero multimillonario. Mientras SalMar sigue consolidándose como un gigante del salmón, Gustav continúa explorando su camino, demostrando que, para él, el trabajo y la pasión van de la mano.