Aunque requieren de necesidades y cuidados específicos, los jazmines son una de las flores favoritas debido a su aroma. Muchas personas las usan también para decorar su hogar y que perfumen el ambiente con su olor agradable.
En este sentido, al arrancarlas de su planta y dejarlas en agua genera que se oxiden rápidamente sin poder disfrutar por completo de su aroma. Sin embargo, existe un truco que ayuda a extender su duración.
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En primer lugar hay que tener en cuenta que su conservación es diferente a la de otras flores, por lo que no basta solo con colocarlas en agua, sino que el secreto está en cortarle el tallo. De esta manera, la humedad irá directamente hacia la flor, evitando que se vuelva de un color amarillento en pocos días.
Además, el perfume que emitirá será aún más intenso y duradero. También, es importante ir renovando el agua cada dos o tres días y remover el recipiente en donde esté para que el cuidado sea óptimo y no pierda su frescura. Un tip adicional es colocarle una cucharada de azúcar al agua.
Cómo cuidar una planta de jazmines
Si ubicás la planta en el exterior, debés tener en cuenta que prefiere lugares soleados y asegurarte que reciban al menos entre 4 y 6 horas de luz solar directa por día. En el interior, en tanto, debés ponerla cerca de una ventana con buena iluminación, respetando la misma cantidad de horas de sol.
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El riego lo tenés que hacer cuando los primeros tres centímetros de la tierra estén secos y reducirlo en invierno, ya que está plata se encuentra en reposo. Si el ambiente en el que se encuentra es seco, deberás rociar agua sobre sus hojas diariamente.
Si los tenés en maceta, debés trasplantarlo cada 2 o 3 años, o cuando las raíces ocupen demasiado lugar. Pasalo a una maceta más grande.
