A pesar de que muchas veces pensamos que el pijama no se ensucia porque solo lo usamos para dormir, es cierto que debido a su uso diario puede llegar a juntar malos olores por la sudoración, por ejemplo. Por eso, mantenerlo limpio es importante para evitar la generación de bacterias.
En este marco, lo ideal es lavar la ropa para dormir cada 4 o 5 días como máximo, según explicó Caroline Solomon en diálogo con The Daily Mail. Aunque, aseguró que en el caso de sudar de más durante la noche es mejor lavarlo con más frecuencia.
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Cuál es la forma correcta de lavar un pijama
En primer lugar es importante leer la etiqueta para conocer las instrucciones de lavado adecuado de las prendas, pero para prolongar su vida útil, debe lavarse con agua fría y un jabón suave. El ciclo de lavado dependerá de la tela de la ropa para dormir, ya que pueden ser de satén, de algodón u otras.
Para evitar que se achiquen, en tanto, es importante secarlas al aire libre o en secadora a temperatura baja.
Cada cuánto tiempo hay que lavar las sábanas, según un microbiólogo
La frecuencia correcta para lavar las sábanas es importante para evitar la proliferación de bacterias. Según Philip Tierno, microbiólogo y profesor en la Universidad de Nueva York, tienen que lavarse una vez por semana, como mínimo. De esta manera se reduce la acumulación de sudor, células muertas y ácaros.
El especialista advirtió que quienes no lavan las sábanas con esta frecuencia están expuestos a niveles elevados de alérgenos, lo que incrementa el riesgo de desarrollar o agravar problemas como el asma y la alergia al polvo. La exposición constante a estos gérmenes convierte la cama en un entorno propicio para la proliferación de bacterias y ácaros, perjudicial para personas con sistemas inmunitarios sensibles.
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Además, el microbiólogo agrega que lavar las sábanas con agua caliente, a al menos 60° C, es fundamental para asegurar que se eliminen los microorganismos presentes en las sábanas. Esta temperatura no solo remueve el polvo y las partículas visibles, sino que también actúa como medida de prevención contra la propagación de infecciones respiratorias en el hogar.
El especialista también advierte que, con el tiempo, la acumulación de sudor y otros residuos en las sábanas puede generar malos olores y una sensación de humedad en el ambiente. Esto no solo afecta la calidad del descanso, sino que también incrementa el riesgo de infecciones al permanecer en contacto prolongado con las sustancias acumuladas en las telas.
