Peter Whatling, un agricultor de Suffolk, Reino Unido, jamás se imaginó que por salir a buscar un martillo que perdió en su campo iba a encontrar un tesoro del Imperio Romano valorado en más de 2 millones de dólares.
El hallazgo se dio cuando el hombre le pidió ayuda a un amigo para recuperar la herramienta que desapareció en su terreno utilizando un detector de metales. Sin embargo, ambos vieron que en la tierra había joyas, monedas y objetos de plata de un valor incalculable.
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Según el diario The Sun, Peter y su amigo lograron juntar tantos objetos de valor como para llenar dos bolsas de supermercado. Ellos se pusieron en contacto con la Unidad Arqueológica de Suffolk, quienes de inmediato se encargaron de extraer todos los elementos. Los expertos consideran que es uno de los mayores hallazgos de la historia británica.
La ley de ese país establece que este tipo de descubrimientos deben ser notificados para que puedan ser preservados y analizados por los profesionales. Es por eso que el agricultor llamó a las autoridades para que trabajen en el terreno.
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Los hombres recibieron una compensación económica de más de 2 millones de dólares que se repartieron entre los dos. La legislación garantiza que aquellos que hallen tesoros arqueológicos deben recibir una compensación justa por su cooperación.
