En ocasiones, manchar la ropa puede ser un tormento debido a sus consecuencias: dependiendo del tipo de sustancia que haya provocado la salpicadura, suele ser muy complicado devolver a la prenda a su estado original. De hecho, la grasa es el terror de todos aquellos encargados de limpiar la tela a mano.
Por ello, lo más común es que aparezcan las supuestas soluciones caseras, que muchas veces traen más de un dolor de cabeza y complican la situación aún más. Sin embargo, hay una fórmula que permitiría quitar la aureola y el material necesario es relativamente accesible: se trata de la típica tiza, cuya composición sería la clave para ponerle punto final a la problemática.
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Ocurre que está realizada con arcilla blanca y, en ese contexto, contiene carbonato de calcio, un material que absorbe fácilmente tanto la grasa como el aceite. De todas formas, el material poco abrasivo requiere de una serie de pasos para que el truco funcione de manera fructífera y todos queden sorprendidos.
Chau manchas de grasa: cómo se aplica la tiza sobre las prendas con salpicaduras
En primera instancia, se debe aplicar la tiza sobre la ropa manchada, seleccionada previamente. Por supuesto, es preferible elegir una barra que sea blanca, ya que el color puede ser difícil de quitar. Posteriormente, hay que dejar reposar por alrededor de media hora: una vez transcurrido ese tiempo, es necesario lavar la prenda con agua y con jabón.
La suciedad tendría que ser eliminada de inmediato, pero en el caso de que eso no suceda, es fundamental llevar a cabo los mismos tips pero el reposo deberá extenderse a una noche entera. Otra alternativa complementaria es añadir un poco de bicarbonato de sodio por encima, algo que ayudará a conseguir un resultado más efectivo.
El detergente para platos, el vinagre, el alcohol y algunos productos que se venden en cualquier supermercado podrían tener efectos similares, aunque no del todo eficaces. También funciona el talco y la maicena, pero se tiene que cepillar el polvo al cabo de varias horas.
Por qué el método es diferente con las remeras transpiradas y qué se recomienda
Si la mancha es de transpiración y se vuelve evidente en las axilas, con un tono más amarillento, el procedimiento es bien diferente. Allí, el mecanismo más popular involucra al limón y la sal: además de aplicarlos en simultáneo, hay que efectuar movimientos circulares hasta notar que la tela recupera su aspecto primigenio.
Por eso, es necesario dejar actuar cerca de 20 minutos, y la exposición al sol es capaz de apuntalar el éxito del clásico método. Después, lógicamente, se debe lavar con agua y con jabón o, en su defecto, dentro del lavarropas, aunque la prenda no tiene que estar acompañada por otras para evitar que se destiña.
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De todas formas, hay que identificar la antigüedad de la tela, ya que aquellas remeras o pantalones que tenemos en nuestro placard hace tiempo podrían no mostrar la misma permeabilidad a la hora de limpiar las manchas. En esos casos, es aconsejable valorar los eventuales beneficios y si no es preferible desecharla.
