Agostina Rubini Medina, una joven marplatense de 24 años que vivía en España, fue a un bar de Palma de Mallorca con sus amigos en la noche del 2 de octubre y nunca volvió. Desde entonces, las autoridades encabezaron una amplia investigación para localizar a la estudiante de Diseño con una trágica y única hipótesis.
Antes de que se le perdiera el rastro, la chica se sacó una foto en el baño de un local del Paseo Marítimo, una zona turística y concurrida de la ciudad. Después, caminó hasta la parada del colectivo que la llevaría a su casa, pero nunca se subió.
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A más de dos semanas del inicio de la investigación, la Policía española indicó que la búsqueda de Agostina está basada en una única teoría: la joven habría quedado atrapada por accidente en un contenedor de basura que estaba al lado de donde esperaba el transporte público. Esto habría ocurrido entre las 23:57 y las 00:27 de la madrugada.
Es por eso que se cree que la chica se habría sentido mal por el alcohol que había consumido y se habría descompuesto. Minutos después de esto, un camión de basura circuló por la zona y se dirigió con la carga a una planta incineradora, llevando a Rubini Medina a un destino fatal.
A partir de esa teoría, los policías y los empleados del servicio de limpieza empezaron a buscar los restos de la joven en dos plantas de tratamiento de residuos de la isla, donde operan los grandes hornos de incineración. Sin embargo, hasta el momento no encontraron su cadáver ni su ropa.
Si bien los investigadores no descartan ninguna hipótesis, siguen firmes en la posibilidad de que Agostina fue víctima de un terrible accidente. Esta conclusión se formó después de revisar los videos de las cámaras de seguridad de la zona, ya que a las 23:57 de ese miércoles fue vista caminando en dirección a un local cerca de la parada de colectivos.
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Otra cuestión tiene que ver con el rastreo de su celular, ya que se comprobó que permaneció inmóvil en el lugar donde estaban ubicados los contenedores y que, luego de las 00:27 horas, realizó un recorrido hasta la planta de residuos de Son Reus, situada en las afueras de Palma de Mallorca.
El testimonio de la dueña del comercio al que la joven ingresó también fue clave. Esta señora indicó que Rubini Medina compró una bolsa de papas fritas y que estaba visiblemente alcoholizada. Otro testigo dijo haberla visto hablando por teléfono en la parada, con un bolso y una remera en el piso. Este detalle, de acuerdo a los policías, refuerza la creencia de que Agostina dejó sus pertenencias a un lado para buscar algo que se le habría caído dentro del contenedor de basura.
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“La hipótesis principal es que accedió al contenedor a recoger algún objeto y tuvo la mala fortuna de que se sintió indispuesta ahí dentro”, explicó el inspector Ángel Ruiz, el jefe de Homicidios de la Policía Nacional de España. A su vez, las autoridades estiman que la joven no sobrevivió dentro de la basura, ya que, a medida que avanza el camión, la carga se va compactando y apenas hay oxígeno.
La Policía indicó también que el camión de basura que habría trasladado por accidente a la joven marplatense fue inspeccionado días después de la noche de la desaparición, pero no se encontraron restos humanos. Además, el vehículo ya había realizado otras circulaciones de servicio y se había limpiado su interior de acuerdo a los protocolos sanitarios.