Todo comenzó en 2017. Lisandro Urteaga, un artista rosarino y amante del fútbol, recibió aquel año una propuesta que lo haría entrar en la historia del barrio donde nació Lionel Messi. “Fue previo a su casamiento. Una amiga que vivía a media cuadra de la casa de la familia de él me preguntó qué podíamos hacer antes de que Leo se casara con Antonela”, recordó el artista a TN.
La respuesta no tardó en aparecer. Lisandro se dispuso a crear un mural, el primero de muchos murales que hoy conforman el “Circuito Messi” en Rosario, una serie de intervenciones artísticas que relatan la vida del mejor jugador del mundo, desde su infancia en el barrio hasta sus grandes éxitos mundiales.
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El primer paso en esta aventura artística fue pintar un mural en un paredón en El Campito, un espacio donde Messi jugaba cuando era chico, frente a su casa natal. “Ahí me lloré todo”, confesó Lisandro, rememorando la emoción de pintar en el lugar donde Leo había dado sus primeras gambetas. “Es que además de pintor soy futbolero. Jugué al fútbol, pero como futbolista soy buen pintor”, dijo entre risas.
Este primer mural fue titulado “De otra galaxia y de mi barrio”, conjugando la extraordinaria habilidad de Messi con su profunda conexión con sus raíces barriales. La relación con los vecinos del barrio fue fundamental para el proyecto. Entre ellos, algunos amigos de la infancia de Leo -también su hermano Matías- fueron testigos del nacimiento del mural. “Pegamos onda con todos, los vecinos, los amigos de la familia, la gente del barrio. Y así arrancó todo”, explicó Lisandro.
El éxito de este primer mural no pasó desapercibido y llevó a nuevas oportunidades. Lisandro, junto con la muralista Marlene Zuriaga y el Grupo Sismo de Mar del Plata, pintaron otro mural en un edificio de cuatro pisos frente a la escuela donde Leo hizo su educación primaria. Este mural, conocido por los botines colgando, capturó la esencia de Messi niño.
La magnitud del proyecto fue en aumento y surgió la posibilidad de intervenir un edificio grande cerca del Monumento a la Bandera. “Ahí ya era un Leo vestido de celeste y blanco, con la mano en el corazón, orgulloso de vestir la camiseta de Argentina. Mirando hacia el sol, hacia el nuevo día”, relató Lisandro, subrayando el simbolismo del mural: Messi como emblema no solo de Rosario sino de todo el país.
Uno de los momentos más emotivos del circuito fue la intervención en la casa natal de Messi, previo a la Copa América de 2021. Allí, Lisandro y su equipo pintaron un mural basado en una foto del 10, celebrando con su familia tras el triunfo de Argentina. “Era plena pandemia y Leo estaba sentado en la cancha con el celular en la mano, emocionado por su primer logro con la Selección. Fue un momento muy fuerte para él y para su familia, y eso quisimos plasmar en su casa”, comentó.
A medida que el proyecto avanzaba, también lo hacía la expectativa por el Mundial de Qatar 2022. “Cuando estábamos pintando la casa de los Messi, Argentina perdió el primer partido contra Arabia Saudita. Todos pensamos si éramos la mufa del Mundial, pero a la vez decidimos seguir adelante”, recordó Lisandro. Finalmente, Messi levantó la Copa del Mundo y el circuito sumó una nueva pieza: un mural en la casa del vecino de la familia del 10, esta vez con su imagen contemplando el trofeo.
El circuito no se detuvo ahí. Cerca de la escuelita de Messi, un tanque abandonado fue transformado en una réplica de la Copa del Mundo. “Fue un juego de color, de alegría. Ese tanque, que estaba olvidado, se convirtió en un símbolo de festejo”, indicó Lisandro.
El amuleto de las pinturas y la premonición para 2026
Los murales del “Circuito Messi” son vistos por los vecinos como amuletos. Son consideradas por ellos como las pinturas que predijeron los títulos obtenidos por la Selección Argentina. Todo comenzó cuando Urteaga pintó el primer mural en El Campito, justo antes del inicio de la Copa América, junto a Marlene, una artista entrerriana que fue convocada por él para ese proyecto y los siguientes.
“Lo pintamos iniciándose la Copa América 2021, era para mandarle la mejor energía. La sincronía fue increíble: poco después, Argentina ganó la copa y con el siguiente mural llegó la Finalissima en Londres”, destacó Marlene a TN.
Los murales siguieron apareciendo en distintos puntos clave del barrio, cada uno precediendo momentos importantes, como el Mundial de Qatar 2022. El barrio comenzó a sentir que esas obras de arte no solo embellecían el lugar, sino que tenían un poder simbólico y contagioso.
“Encontramos en estos trabajos hasta el punto gracioso de relacionarlo con las cábalas, más allá de que es lindo decirlo, creo profundamente en ello. Porque hay cosas que pueden ser contagiosas para bien y el mural tiene mucho de eso. Ese clima genera ambiente, esferas de calidad de vida, como oxigenadas, renovadas, creo que en ese sentido creamos un ámbito que oxigena espacios”, agregó la artista.
Aún falta pintar el último mural del circuito, una obra que cerrará el recorrido en el predio Malvinas Argentinas de Newell’s Old Boys, el club donde el futbolista rosarino dio sus primeros pasos con la pelota. Hasta ahora, cada vez que los artistas terminaron un mural, la Selección Argentina conquistó un título. Aunque cueste ponerlo en palabras, la idea de la premonición para el Mundial 2026 convive entre los vecinos del barrio.
Los cinco murales del Circuito Messi
El Circuito Messi es mucho más que un recorrido turístico: es una oda al chico que jamás olvidó de dónde viene. Cada mural tiene un significado especial, vinculado a momentos claves de su vida y carrera. El primer mural se sitúa en la casa de la infancia de Messi, un espacio que hoy atrae a fanáticos y turistas de todo el mundo.
Luego, el recorrido sigue hacia la calle Estado de Israel, en la esquina con 1° de Mayo, donde se encuentra la obra titulada “Campeones del Mundo”, creada por Lisandro y Marlene.
Otro punto esencial es la escuela N° 66 “General Las Heras”, donde Messi estudió de pequeño. Allí, sobre un tanque de agua en la plaza José Hernández, se representa la Copa del Mundo 2022, como testimonio de la hazaña que emocionó a todo el país. Muy cerca, dentro del mismo patio de la escuela, un mural realizado en 2015 por el artista Paulo Cosentino retrata el espíritu del pequeño gigante que comenzaba a destacarse entre sus compañeros.
Uno de los murales más impactantes está en el predio del Club Abanderado Grandoli, donde Messi dio sus primeros pasos como jugador. La obra, ubicada en un edificio de diez pisos sobre la calle Sánchez de Thompson 212 bis, lleva el nombre De otra Galaxia y de Grandoli, un guiño a sus raíces humildes y al trabajo constante que lo llevó a convertirse en el mejor del mundo. “Nos pasó algo increíble cuando estábamos pintando ahí. Algunos vecinos nos veían desde las ventanas y nos invitaban a tomar mate mientras nos contaban historias de aquel ‘Lauchita’, como le decían a Leo, que jugaba allá abajo”, relató Lisandro.
El último mural del circuito, impulsado por Alba y aún en proceso, se pintará en el predio Malvinas Argentinas del Club Newell’s Old Boys, donde Messi comenzó a destacarse con la camiseta rojinegra. La obra estará lista en diciembre de 2024 y se espera que cierre este recorrido con una representación del momento en que el astro “tocó el cielo con los pies”, en alusión a su consagración en Qatar.