“Mirá de quién te burlaste” se volvió una frase icónica en las redes sociales. Después de 17 años se sigue usando cuando alguien hace referencia a vivir una revancha o reivindicación contra una situación o una persona.
Romina siempre había querido salir en la tele. Estaba muy obsesionada con ser famosa y ser actriz. “El canal 4 estaba haciendo un concurso para celebrar los 45 años en el que ponían una cabina en el shopping y la gente iba y opinaba sobre la tele. El premio era un crucero para dos personas, pero yo en realidad solo quería que me grabaran”, cuenta la uruguaya a Telenoche.
La joven recuerda que habló como por 20 minutos sobre diferentes temas y unos meses después la llamaron de la producción del programa para informarle que había quedado entre los finalistas
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El 27 de abril de 2007, la abuela y la mamá de Romina la acompañaron hasta el estudio mayor de canal 4 desde donde salía el programa. “No dimensionaba con 9 años lo que significaba salir en la tele y fui decidida a dejarlo todo durante mi presentación porque quería que algún productor me viera y me contratara”.
Efectivamente, la vieron y no solo que fue elegida como la ganadora y se llevó el viaje en crucero para dos personas, sino que, además, durante esa misma emisión ella hizo todo lo necesario para que nunca más se olvidaran de ella.
Estaba nerviosa y muy feliz. Los conductores de “Buen día Uruguay” se dieron cuenta de que la nena estaba dando todo un show y cuando le dieron el cheque Romina dijo espontáneamente, como en un grito de reivindicación sobre su histrionismo - que tantas veces había sido cuestionado y señalado por sus compañeros y docentes en la escuela- “Mirá de quién te burlaste”.
La periodista Sara Perrone, una de las conductoras, fue la que al escuchar a la nena rápidamente le preguntó quién había osado hacerle algo malo. Ahí Romina recordó un episodio en el salón de clases donde un compañero que se llamaba Dylan se había burlado de ella.
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Hoy, después de 17 años, Romina sigue hablando de Dylan en cada entrevista que le hacen. Entre risas la joven habla a cámara y dice que “lo perdonamos”, y aclara que nunca estuvo enojada con él ni que realmente pensaba mencionarlo hasta que le preguntaron y tuvo que dar un nombre.
En la entrevista, Romina explica que lo que ocurrió con ese chico fue todo muy extraño. “Después del fin de semana posterior al programa, mucha gente me reconocía por la calle, pero que nunca había imaginó la posibilidad de que mis compañeros hubieran visto el programa de juegos y al llegar a la escuela todos sabían que había ganado”.
Dylan no volvió hasta muchos días después a clases. “Sería darle mucha importancia a lo que sucedió en el programa como para que no fuera a la escuela. Después, se cambió de turno y unos años más tarde me lo encontré por la calle. Pensé por un segundo si tenía que salir corriendo por miedo a que me hiciera algo, pero, por el contrario, me pidió perdón y me felicitó por ser ‘famosa’”.
La historia de la dedicatoria a Barney
Romina recuerda que cuando había estado en la cabina del shopping en el momento de la selección, le preguntaron por personajes de programas para niños y decidió inventar toda una historia sobre el dinosaurio. “Él me mintió por años de que él era real. Mirá a quien engañaste Barney”, dijo en el programa y hoy admite que después lo siguió viendo porque le gustaba.
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Bullying, viralización y el reconocimiento de la gente
Si bien el programa de juegos se emitió en 2007, no fue hasta que otro ciclo de archivos rescató su participación que ella se hizo viral. “En 2009 empezó circular mi video por YouTube y fue un aluvión de mensajes de programas, diarios y revistas que querían entrevistarme”.
Romina, que siempre fue una chica de barrio, de una familia trabajadora, define la manera en la que se sucedieron los hechos como “un poco surrealista”: “Durante algún tiempo la pasé muy mal por el bullying y el rechazo en la escuela por tener ciertas características que después fueron las que me hicieron ganar un premio”.
Ser histriónica, extrovertida, querer llamar la atención y sobre todo ser famosa eran cosas que generaban rechazo en la escuela. “Cuando empecé a tener mi columna en un programa de televisión, mis compañeros ya no me decían nada por miedo a que los escrachara”, dice entre risas.
El video de la joven no solo se viralizó, sino que todavía circulan memes de ella y la convocan marcas internacionales para protagonizar publicidades. “Estoy en un muy buen momento. Siento que pude distanciarme y al mismo tiempo conectarme con todo eso que me trajo el ser “famosa”. Es increíble como se popularizó la frase y fue absorbida por la cultura popular”, sostiene.
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Hoy todavía mucha gente la reconoce por la calle. “Cada tanto me paran para pedirme una foto, contarme en qué momento usaron mi frase o hacerme algún chiste. No me molesta para nada, al contrario, agradezco que la gente se acuerde de mí, si se acercan con respeto se los agradezco”, cuenta.
Con 26 años, además de ser actriz, haber trabajado de guionista y actualmente hacer publicidades, Romina estudia psicología y testing (investigación técnica de un software). Le encantaría recibir propuestas para estar en la televisión y festeja las vueltas de la vida.
Realización: Agustina Ribó
Edición: Francisco Hernández
Diseño gráfico y animación: Iván Paulucci