Limpiar ventanas y persianas puede parecer una tarea monumental, pero con un enfoque organizado y los productos adecuados se puede simplificar.
El primer consejo es reunir todas las herramientas antes de comenzar: un limpiador de vidrios, un trapo de microfibra, una esponja, un balde con agua tibia y jabón suave, y un plumero o cepillo suave.
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Para las ventanas, es crucial elegir el día adecuado; evitá limpiar en días muy soleados, ya que el limpiador puede secarse demasiado rápido y dejar marcas. Comenzá por eliminar el polvo con un trapo seco o un plumero.
Luego, aplicá el limpiador de vidrios en pequeñas secciones y frotá con un trapo de microfibra en movimientos circulares para evitar rayas. Un truco útil es limpiar las ventanas de arriba hacia abajo, para evitar que el goteo ensucie las partes limpias.
Consejos para limpiar las persianas
Las persianas requieren un enfoque diferente. Primero, cerralas y limpiá cada parte con un plumero o un cepillo suave para quitar el polvo superficial. Para una limpieza más profunda, mezclá agua tibia con un poco de jabón suave en un balde.
No subestimes la importancia de la constancia. Limpiar ventanas y persianas regularmente no solo hace que el trabajo sea menos arduo, sino que también ayuda a mantener tu hogar con un aspecto fresco y luminoso todo el año.