En General Cabrera, provincia de Córdoba, las autoridades decidieron decomisar los caños de escape ruidosos que no habían sido homologados por sus dueños. Sin embargo, no solo los confiscaron, sino que también los destruyeron en una especie de acto público donde también estuvieron los medios.
Eran 41 caños en total que habían sido secuestrados durante el año pasado y fueron compactados con una aplanadora traccionada por un tractor. La medida se tomó con una ordenanza avalada por la municipalidad.
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El evento se llevó a cabo frente al Centro Cívico Arturo Umberto Illia y estuvo supervisado por la jueza de faltas Nancy Ulagnero y el secretario municipal de Seguridad, Silvestre Borra.
Ulagnero le contó al medio Radio Vos que los caños “no están homologados ni habilitados para circular” y agregó: “Estamos todos expuestos a una contaminación muy importante, como así también no podemos tenerlos guardados en el galpón donde están las motos. Nos ocupa mucho lugar y en este momento la única alternativa que queda es compactarlos”, señaló.
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Explicó que esos accesorios para motos tienen modificaciones que los vuelven estruendosos “y que ocasionan un daño a la población, específicamente en la madrugada, que es cuando la gente se queja”. También señaló que son “perjudiciales para la salud y el medio ambiente”.
Las motos fueron igualmente decomisadas y los titulares tuvieron que pagar una multa, pero la jueza aclaró que no devolverá “ninguna moto si no tiene el caño de escape original”: “Desde el Juzgado de Faltas, ninguna moto sale sin documentación a nombre del titular, sin seguro, sin los elementos de seguridad, el caño de escape”, y demás.
Por otro lado, el secretario Borra confirmó que hay alrededor de “40 y 50 motos” más con caños de escape sin homologar.
