María murió el 7 de noviembre de 2022 en Sunchales, provincia de Santa Fe. Estaba volviendo del club cuando pasó por un puente en el que un camión la enganchó, la atropelló y la mató.
Con el paso de los días dos elementos fundamentales saldrían a la luz: el camión no debió estar circulando a esa hora por ese lugar, pero nadie estaba controlando. Y en el puente donde pasó todo, debía existir una pasarela para evitar que los peatones y los ciclistas tuvieran que subir a un puente demasiado angosto y sin posibilidad de escape.
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Esa pasarela había sido incluida en el presupuesto del año 2018, y desde 2021 estaba tirada oxidándose en el corralón municipal.
En medio del dolor, los papás de María entendieron que la política, cuando no hace lo que tiene que hacer, mata. Desde ese momento entablaron una lucha que terminó con el pedido de destitución del intendente Gonzalo Toselli aprobado por mayoría en la legislatura de Sunchales.
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Sin embargo, la última palabra la tienen el gobernador y el congreso provincial. Esas autoridades cambian este domingo, y la muerte de María, al menos en lo que tiene que ver con la responsabilidad política, puede quedar impune.
Su familia no pierde la esperanza de que eso no ocurra, y de que el sistema haga de una vez por todas lo que ellos le enseñaron a sus hijas: que cada uno tiene que hacer lo que tiene que hacer, y ser responsable por eso.
