Van a rendirle homenaje a sus difuntos y se encuentran con otra persona sepultada. Las rarezas del conurbano jamás dejan de sorprender. Esta vez nos encontramos en el cementerio de Merlo con un caso único: están usurpando nichos.
El caso de Norma es el que tomamos como testigo de la cantidad de denuncias hechas sobre el caso. Una mañana fue a llevarle flores a su hijo, asesinado en un hecho de inseguridad, y se encontró que en su nicho había otra persona.
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Ricardo fue removido durante la cuarentena del COVID-19. En su lugar, estaban los restos de otra persona. Norma está luchando desde el 2021, intenta saber dónde están los restos de “Ricky”.
“Siento que lo perdí dos veces, una cuando me lo mataron y otra cuando me sacaron los restos. Lo más increíble es que en los nichos de arriba y al lado están otros familiares míos: mi papá, mi mamá, una abuela… solo sacaron a mi hijo”.
Es el dolor de una madre que, acercándose su día, no sabe dónde están los restos de su hijo, a quien, por un par de zapatillas, lo asesinaron en 2002, y hoy volvió a perder lo que quedaba de él. “Esto no es falta de pago, si fuera por eso habrían sacado también a mis demás familiares y ellos siguen ahí. Solo quiero saber dónde está. A veces vengo a este nicho y le rezo como si él estuviera acá. Yo sé que no está, pero es lo único que tengo”, lamenta.
Seguimos recorriendo el cementerio y los casos como el de Norma están a la luz. Nichos donde solían estar los restos de una persona y hoy hay otra. Nombres escritos con fibrón, tapas con agujeros de placas del difunto anterior donde se colocó otra encima, hasta una bolsa con huesos visible para quien cruce por en frente.
A esto se le suma el peligro de derrumbe del área de nichos, que se puede caer en cualquier momento. Abandono, falta de respuestas, abuso de autoridad y ¿negocios? Con los muertos.
La magia de la TV nunca fue tan evidente como en este caso. Cuando estábamos terminando este informe, se nos acerca el apoderado legal del cementerio a informarle a Norma que su hijo se encontraba en el depósito. Que fue removido por un “error de sistema”.
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“Señora, al parecer, hubo un error y no se impactó el pago del nicho. Su hijo está en el depósito. Puede acercarse mañana y lo puede retirar”, le informó el defensor del lugar.
Tras dos años de lucha y de haber perdido dos veces a su hijo, Norma podrá llevarle flores otra vez y rezar por su alma. “Esto es lo único que quería, tener donde llevarle flores otra vez, siento que me volvió el alma al cuerpo. Fue demasiado sufrimiento estos dos años. No podía creer que perdí dos veces a un hijo. Al fin tanta lucha llegó a algo”.