Glenn Close entró en la historia del cine con muy buenas películas pero además ha instalado la definición de una categoría de mujer aterradora que sigue vigente hasta el día de hoy, 35 años después de estrenada la película Atracción fatal: “Es la que te cocina el conejo”.
Esa película provocó el divorcio de la actriz -su marido no toleró las escenas de sexo- y en el caso de su compañero de rubro, Michael Douglas, inauguró un trastorno que no se conocía hasta el momento: la adicción al sexo.
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Es una mujer especial. Estuvo lejos de ser la primera opción para el papel. Ya lo habían rechazado Debra Winger, Barbara Hershey, Judy Davis y Miranda Richardson. Sharon Stone lo quería pero fue ignorada. Cuando el director Adrian Lyne vio la prueba de Close, la cuestión quedó resuelta. Tal vez la cabellera salvaje tuvo que ver: ella declaró que estaba nerviosa y a último momento se soltó el pelo.
Tuvo una infancia diferente, peculiar. Nació en una casa acomodada de Connecticut; su padre era un médico prestigioso y su madre una figura de sociedad. Cuando ella tenía siete años, sus padres se unieron a un culto religioso ultraconservador llamado Rearme Moral (MRA).
El director, un reverendo evangélico fundamentalista, les indicó que se mudaran a África y que dejaran a sus hijos en internados en Suiza. Close tenía 13 años cuando su padre abrió una clínica en el entonces Congo Belga (hoy República Democrática del Congo) y a partir de entonces los niños alternaron su estadía entre África y los internados en Suiza.
Liberada por fin de la presión de la secta, que controlaba hasta el ritmo de su respiración, Close se unió a un grupo de teatro itinerante, Up With People, que se oponía al movimiento hippie.
En 1970, por fin, se alejó tanto del MRA como de los jóvenes teatristas. Ya se había hecho un nombre en Broadway por su participación en El mundo según Garp (1982) junto con Robin Williams y se dedicó a su carrera. Hizo películas inolvidables como Relaciones peligrosas, de Stephen Frears, con Michelle Pfeiffer y John Malkovich, y recientemente fue una irreconocible Mamaw en Hillbilly, una elegía rural, de Ron Howard.
Pero sin duda su personaje como Alex en Atracción fatal resultó crucial en su vida, al punto que se informó con especialistas y a la larga entendió a su personaje no como a una psicópata sino como una mujer con una perturbación mental. Entonces fundó una institución dedicada a la investigación de las enfermedades mentales.
Curiosamente, tuvo un largo y tórrido romance con el joven actor Woody Harrelson. Ella lo llamaba a todas horas y lo visitaba donde fuera: su casa, el set de filmación o reuniones sociales, pero a diferencia de Michael Douglas en la película, Woody no vacilaba en encerrarse con ella. Esto duró siete años hasta que él cortó la relación y se casó con su prometida, con quien ya tenía una hija.
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Glenn Close ganó una cantidad de premios y honores a lo largo de su carrera aunque -hasta ahora- no llegó a ganar el Oscar. También es cierto que es la que tiene la mayor cantidad de nominaciones. Su personaje como Alex está calificado en el séptimo puesto entre las mejores villanas de la historia del cine.
