Felipe tiene seis meses y a los cuatro le diagnosticaron craneosinostosis, un defecto de nacimiento en el cual los huesos de la cabeza se cierran prematuramente. Luego de varios idas y vuelas, la obra social le va a costear la operación en Mendoza, su provincia natal, pero hay un problema: no le cubre el casco que necesita post cirugía que vale $500.000.
En un principio, la intervención se iba a hacer en el Hospital Español local. “Nos habían dado fecha y a último momento nos dijeron que el centro de salud no era prestador de la obra social”, dijo Germán, el papá del pequeño, en diálogo con TN.
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Tras esta negativa, les comunicaron que iban a operarlo en el Hospital Santa Isabel de Hungría, pero las malas noticias volvieron ya que en el centro de salud no tenían los equipos necesarios: “Es otra irresponsabilidad de ellos, ni se fijaron si estaba adecuado”.
La familia insistió y la Obra Social de Petroleros (OSPe) intentó derivar al chiquito al Notti, aunque les informaron que el turno iba a demorar. No podían esperar porque la operación es urgente y entonces los hicieron volver otra vez al Español, donde finalmente les fijaron una fecha: viernes 29 de septiembre.
La primera parte estaba lograda, pero quedaba la segunda. El pequeño también necesita un casco post operación (llamado órtesis craneal), que es muy importante para corregir las deformaciones.
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“La cabeza no le crece como tendría que crecer. Si no crece a tiempo, el cerebro colapsa con el cráneo”, señaló Germán, y aseguró: “Mi neurocirujano dijo que un 30% lo soluciona la operación y el otro 70% el casco”.
Sin embargo, desde la obra social les indicaron que no cubren el casco y que deberán contestarlo ellos mismos. Además, el médico remarcó que tras la operación deberá usar entre dos o tres cascos, por lo que en realidad necesitan juntar entre $1.000.000 y $1.500.000.
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Felipe tendría que tenerlo 15 días después de la cirugía, aunque hay que tener en cuenta que demora casi dos semanas en hacerse. En el caso de no poder tenerlo a tiempo, podría sufrir graves problemas como daño cerebral, ceguera o retraso madurativo. La familia está a contrarreloj y necesita ayuda desesperada. “Mi hijo no puede esperar más”, dijo su padre.
La familia vende rifas para poder pagar el casco
Con un valor de $500 por número, los familiares del chiquito comenzaron a vender rifas para poder juntar el dinero necesario para los cascos.
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