Enrique Lew, de 92 años, es de Polonia y se mudó hace años a la Argentina, donde fundó su fábrica en la provincia de Buenos Aires en 1967. Trabaja desde los 15 años, tiene casi seis décadas en el rubro textil, pero ahora se enfrenta a un problema insólito: debe suspender a 250 de sus empleados por falta de materia prima.
Según contó a TN, tuvo que paralizar dos máquinas en su planta. También comenzó el Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) que se tramita en el Ministerio de Trabajo.
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El motivo por el que lo solicitó es para administrar el material que le queda mientras que espera las aprobaciones y no tener que parar definitivamente la producción. “Estamos en el inicio del trámite y lo que tenemos que hacer es perdurar. Si trabajamos menos, vamos a trabajar más tiempo con el material que tenemos. Si nos aprueban las SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina) que tenemos pedidas, cambia la situación, pero estamos esperando, hace casi tres meses que no recibimos aprobaciones”, explicó el empresario. Las SIRA son las licencias para importar que aprueba la Secretaría de Comercio.
“Hoy nos informaron que nos aprobaron cinco SIRA. Estas cinco son de un solo proveedor de China”, detalló y agregó: “Además de hilados, tenemos SIRA por colorantes que no nos aprobaron, repuestos que la maquinaria necesita para operar y una máquina que nos ayudaría a eliminar los humos de las chimeneas, que es muy importante para el ambiente”.
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Como resaltó, Lew ha trabajado por más de la mitad de su vida, pero esta situación es la más difícil de afrontar, porque no puede hacer nada para solucionarla. Ante la pregunta sobre otros obstáculos a lo largo de su trayecto empresarial, contestó: “Con tantas dificultades insuperables como esta, jamás. Hubo problemas de todo tipo en nuestro país, pero siempre fueron superados. Nosotros estamos pendientes de que nos aprueben. No depende de nosotros, depende de la Secretaría de Comercio que nos dé curso a nuestros pedidos, porque los necesitamos”, insistió.
Su mayor preocupación es que su fábrica no resista este golpe: “Espero superar este problema porque no creo que nos obliguen a cerrar, creo que nos van a dejar seguir trabajando. Ahora estamos en un momento crítico porque son muchos días que no nos han autorizado las importaciones y necesitamos materia prima”, remarcó.