Silvina Nussbaum recuerda que el martes 8 de agosto, cerca de las 5 de la mañana, la luz se cortó y jamás volvió. “Me desperté con una migraña tremenda. Ace se había quedado a dormir con el papá y esa mañana a él le tocaba llevarlo al dentista”, indicó
Aquel día, la argentina de 41 años observó que los vientos en Maui, la isla de Hawaii en la que se desató un trágico incendio que ocasionó la muerte de más de 100 personas, eran tan fuertes que hasta los postes de luz se derrumbaban.
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“Tenía que limpiar dos condominios. Uno no pude terminarlo porque la electricidad no había vuelto. Regresé a mi casa a las 13.30, comí algo y me acostó con un paño frío en la cabeza. La migraña seguía”, dijo a TN.
Para ese momento, el primer fuego había comenzado muy cerca de la propiedad de Silvina. “Estaba controlado pero no extinguido. El tránsito era un caos”, indicó.
“Mientras estaba acostada me llamó mi ex y me dijo que mi hijo estaba preguntando por mí. Lo trajo de vuelta a eso de las 15. Para ese entonces se olía el humo y lo empecé a ver por la ventana. Le pedí a mi ex que retornara y de paso viera dónde estaba el fuego”, contó Silvina.
Entre la angustia y la desesperación, la bióloga recibida en la Universidad de Buenos Aires buscó leerle cuentos en español a su hijo mientras el viento del huracán desataba un incendio forestal aterrador.
Con vientos de hasta 110 kilómetros por hora, en medio de la asfixia y el ardor en los ojos, el papá de su hijo regresó preocupado. Las construcciones se derrumbaban y la gente escapaba de la isla con lo puesto. Para colmo no había señal telefónica y la comunicación se había tornado imposible.
“Usé la luz de mi celular para caminar dentro de mi casa y armar una valija. Mi ex me apuró para decirme que teníamos que irnos, así que dejé la valija y busqué una mochila más chica: puse los pasaportes, pañales, comida del nene y un rollo de papel higiénico”, relató Silvina.
La hermana mayor de Federico y Agostina precisó que llegó a Maui en diciembre de 2007 con una visa de trabajo. Allí conoció a quien fue su exmarido, un estadounidense llamado Matt, con quien se casó en Argentina y vivió hasta su divorcio, en 2012, en el estado de Colorado.
En 2014 fundó su empresa Royal Cleaning Services, la cual brinda servicios de limpieza a edificios completos, casas y oficinas. En marzo de 2020 conoció a Carter, con quien tuvo a Ace Jade en mayo de 2021. Dos años después, ambos decidieron ponerle fin a la relación.
Junto a él escapó del fuego en una camioneta en la que solo lograron cargar a sus perras. “Los bomberos gritaban desesperados que evacuemos. Nadie se podía comunicar con nadie. Logré llamar al dueño de un condominio en el que limpio para pedirle permiso para pasar la noche. Me dijo que sí, así que manejanos un poco más y nos quedamos a salvo ahí”, detalló Silvina.
Al día siguiente, Silvina se enteró de que todo el pueblo de Lahaina se había prendido fuego. “Mi ex se fue caminando por la ruta, tardó un par de horas en ir y volver. Cuando regresó me di cuenta por su cara que mi casa y mi auto se habían quemado. Me mostró videos, fue desgarrador ver eso. Parecía una película apocalíptica”, expresó.
Las autoridades locales comunicaron que este es el incendio más mortífero en Estados Unidos desde 1918, cuando 453 personas murieron en Minnesota y Wisconsin, según el grupo de investigación sin fines de lucro Asociación Nacional de Protección contra Incendios.
En total, el fuego impactó o destruyó más de 2200 estructuras en el pueblo costero de Lahaina, en el oeste de la isla de Maui, informó la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA). Las pérdidas -según las primeras estimaciones- llegan a 5500 millones de dólares solo en esa zona.
El comienzo de una nueva vida en otra parte de la isla
“Nos vinimos a la zona norte de la isla, un pueblo llamado Paia. Acá nos quedamos hasta mañana y después yo conseguí una casa para vivir con Ace y mi perra Sammy en Haiku, otra zona menos poblada de Maui”, indicó Silvina.
En la página GoFundMe, con ayuda de su amiga Kristen, Silvina comenzó una colecta para recibir donaciones y así poder comenzar de nuevo.
“Anímicamente, estoy como puedo, en piloto automático, haciendo lo que tengo que hacer. Mi corazón está roto. Más de 100 personas fallecieron, en sus autos o casas atrapados por el fuego, sin aviso suficiente para escapar. Además, el hermoso pueblo de Lahaina desapareció. Todo lo que era se esfumó en cuestión de horas. Todos los edificios históricos hechos cenizas”, relató Silvina.
Luego agregó: “Siento muchísimo dolor y tristeza. Estoy haciendo el duelo de a poco. Todavía no caigo que todo lo que había construido y el futuro que pensaba para mi hijo creciendo en Lahaina será muy distinto. Ahora están identificando a los fallecidos y escuchamos sus historias, como fueron sus últimos momentos de vida, es todo una desgracia”.
Silvina completó: “Sé que la Argentina está pasando por un momento muy complicado en todos sentidos. Pero Si la gente quiere colaborar dejo el link del GoFundMe o simplemente me pueden mandar un mensaje de amor y apoyo a mi Instagram (@chivi1982)″.