María Manuela Casariego nació cuando la localidad de Villa Allende era una aldea que llevaba apenas 27 años tras su fundación. En este mes de mayo en el que la Patria celebra 213 años, la vecina más famosa de Gran Córdoba cumple 107 y contó su secreto para la longevidad.
Estudió en el Convento de las Carmelitas Descalzas y se especializó como costurera. Hace largo tiempo que se retiró, pero todavía reivindica al trabajo no solo como la base del progreso sino como una forma de estar sano.
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“El trabajo es salud”, le dijo a El Doce de Córdoba. En su currículum detalla que fue empleada de la mítica tienda Harrod’s Gatt & Chávez que engalanaba la calle Florida hasta 1998. Primero como vendedora de calzados y luego como operaria en una fábrica. Ese bendito trabajo es lo que, según ella, le dio la clave de la longevidad.
Hace más de cinco décadas que vive en Córdoba. Enviudó, pero volvió a apostar al amor. Con 80 años se volvió a casar. “No hay que discutir”, agregó Manuela al canal de TV cordobés como otro de sus tips para alcanzar su edad.
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A modo de balance, esta mujer que nació cuando se estaba por cumplir el centenario de la Independencia, describió que con su vida está “conforme por el trabajo que tuve y por la familia que tengo, que me rodea”.
Manuela no sólo vio a la Selección Argentina en todos los mundiales, sino que a todos los presidentes elegidos con el voto secreto, universal y obligatorio. Convivió con el peso moneda nacional, el Ley 18.188, el Argentino, el Austral y el actual que comenzó como convertible. Pese a todas las idas y vueltas que transitó, reitera que a las peleas hay que dejarlas pasar.
