Su nombre es Julia Elizabeth Wells, luego Andrews, pero para muchas personas a lo largo de las décadas Julie Andrews es sencillamente Mary Poppins, con toda su magia y encanto. Pero ella ya cantaba y actuaba desde chica, junto a su madre y su padrastro en vodeviles primero y entreteniendo a las tropas durante la II Guerra Mundial.
Su vida hogareña no había sido sencilla, su padrastro (Andrews) bebía y era el tipo de hombre que la llevaba a cerrar su puerta con llave. También es cierto que terminada la guerra el hombre financió sus estudios de canto y actuación y en su momento la puso en contacto con el agente Val Parnell: eso marcó el inicio de su carrera profesional: tenía 12 años.
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Su debut fue en el London Hippodrome cantando una difícil aria de la ópera Mignon y ese espectáculo se mantuvo durante un año. A los 13 fue la artista más joven en actuar, junto con Danny Kaye, frente al Rey Jorge VI y la Reina Elizabeth en el London Palladium. Luego trabajó en televisión y en varias obras como Humpty Dumpty y La Cenicienta en teatros de provincia.
En 1954, a punto de cumplir 19 años, Julie Andrews debutó en Broadway con el musical The Boy Friend, y pronto la invitaron a presentarse en una audición para el papel de Elizah Doolittle en My Fair Lady (Mi bella dama) la adaptación musical de Pigmalión, la obra de George Bernard Shaw. Richard Rodgers quedó tan impresionado por su voz y su presencia que produjo especialmente para ella la versión de Rodgers & Hammerstein para televisión de La Cenicienta.
Cuando se preparaba la versión cinematográfica de My Fair Lady se presentó a la audición pero el papel lo obtuvo Audrey Hepburn (quien fue doblada por la soprano Marni Nixon). Sin embargo, Julie Andrews no tuvo mucho tiempo para lamentarlo: Walt Disney la convocó para protagonizar la inmortal Mary Poppins. Ese papel le proporcionó un Oscar como mejor actriz, un Golden Glob, un BAFTA y un Grammy. Lo mismo ocurrió con La novicia rebelde, de 1965, y más tarde con Víctor/Victoria en 1983. En su prolífica carrera hizo todos los géneros, incluso trabajó con Alfred Hitchcock en la película La cortina rasgada, con Paul Newman.
Con los años su voz se fue deteriorando y una intervención fallida en sus cuerdas vocales la dejó dañada. La actriz demandó al hospital Mount Sinai por mala praxis puesto que ya no podría volver a cantar. Tras varias operaciones recuperó la voz, pero solo para hablar. De hecho es Lady Whistledown, la narradora en off de la popular serie Bridgerton. Julie Andrews tiene 87 años: divina como siempre.
