La vuelta de los talibanes en Afganistán, los cuestionamientos al aborto legal en los EEUU y los femicidios en Latinoamérica: las mujeres de todo el planeta volvieron a salir a las calles este 8M en defensa de los derechos y para repudiar la violencia machista en todas sus formas.
Hasta hoy, las mujeres no lograron sobreponerse al impacto económico y social sufrido luego de la pandemia de COVID -19 y en medio de la guerra.
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Por citar solo algunas cifras, en 2020 hubo una contundente expulsión de las mujeres de la fuerza laboral por haber tenido que atender las demandas de cuidados en sus hogares. Ese año, la presencia de las mujeres en el mercado laboral fue del 46%, mientras que para los hombres fue del 69%. Una de cada 5 mujeres a nivel global perdió su empleo, afirmó la CEPAL. La crisis generó un retroceso de más de una década en los avances logrados en materia de participación laboral.
La situación -que ya era crítica- se profundizó luego de la pandemia.
Entre la inequidad salarial y la lucha por reingresar al mercado laboral
Según el “Índice de Mujeres en el Trabajo” (Women in Work Index) que publica PwC en base a una encuesta hecha a 22.000 mujeres en todos los países de la OCDE, se tardará más de medio siglo en eliminar las diferencias salariales entre hombres y mujeres.
Las mujeres tienen más dificultades para conseguir empleo formal, para poder cumplir con las tareas de cuidado -no remuneradas- y combinarlas con su vida laboral. Asimismo, cuando consiguen un trabajo, el salario sigue siendo inferior al de los hombres y no logran acceder a puestos de liderazgo.
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La ONU anticipó que se necesitarán 300 años para lograr la igualdad entre hombres y mujeres. Según declaraciones hechas en vísperas del Día Internacional de la Mujer, el titular del organismo Antonio Guterres hizo foco en la situación de Afganistán, donde las mujeres y las niñas han sido “borradas de la vida pública”. Además, remarcó que los derechos reproductivos y sexuales de la mujer en muchas partes están “en retirada”, sin contar los riesgos de ser secuestradas en algunos países incluso por la policía. “El patriarcado contraataca”, sintentizó.
En Abu Dabi, donde recientemente se hizo la Cumbre Mundial de Mujeres, más de 100 referentas de distintos países de Oriente y Occidente debatieron sobre la necesidad del acceso de las mujeres a más y mejor educación para formar lideresas que transformen al mundo en un lugar más equitativo.
Las expositoras coincidieron en que las mujeres y los niños son las principales víctimas de los conflictos armados y del cambio climático. La exsecretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, destacó que “ningún lugar lo muestra de forma más dramática que Ucrania que resiste desde hace más de un año a la invasión rusa”.
Si solo fueran 100 mujeres…
En el marco del 8M, el BID planteó una hipótesis de un mapa de situación de América Latina y el Caribe: si en la región solo vivieran 100 mujeres, cómo sería su situación. Los resultados hablan por sí solos: 26 de ellas no contarían con ingresos de ningún tipo; 22 adolescentes y adultas jóvenes se dedicarían de forma exclusiva a las tareas del hogar y cuidados; solo 66 tendrían empleo y 34 habrían sufrido violencia de género.
Las cifras de femicidios en Latinoamérica siguen escalando y las políticas de los gobiernos de protección a las mujeres todavía fallan. Según un informe de la Cepal, hubo cerca de 4500 en 29 países de la región en 2022.
En la Argentina, el aumento de víctimas de violencia machista coincide con las cifras aterradoras de la región. En lo que va de 2023, se registraron al menos 52 femicidios y según el relevamiento realizado por la Asociación Civil Casa del Encuentro, el año pasado fueron asesinadas 301 mujeres, lo que equivale a una cada 29 horas.
La marea verde sigue en las calles
En nuestro país, las mujeres salieron a la calle en las principales plazas y el epicentro volvió a ser el Congreso. Además, hubo un paro nacional de mujeres.
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“Paramos para transformar la justicia patriarcal, clasista, racista, corporativa y antidemocrática. Paramos para construir vínculos que rompan el pacto machista que nos condena a la muerte dentro y fuera de nuestras casas”, afirmó el colectivo “Ni Una Menos”.
Ante la urgencia de defender los derechos, la fuerza de la marea verde sigue en las calles.