Comercios semi vacíos y persianas bajas fue una de las postales de la marcha de la CGT al centro de la Ciudad de Buenos Aires. Dos de los sectores más golpeados por la pandemia como el gastronómico y el comercial en la zona de microcentro, ahora sufren la multiplicidad de movilizaciones en la zona.
“Es angustiante, los comerciantes de Avenida de Mayo no podemos más con esta situación, ya se hizo rutinario y continuo. Es caótico”, dijo Juan Carlos, dueño del bodegón Pichín, inaugurado en 1958. En una jornada como hoy, el local funciona al 30%.
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“Esto nos produce una tristeza enorme, no se en qué puede terminar, si esto sigue no se cuanto tiempo más podemos resistir; yo lo único que pido es que alguien nos escuche”, agregó en diálogo con TN durante una recorrida por la emblemática avenida.
Previamente, recordó: “Nosotros venimos de una pandemia, donde esta zona quedó totalmente devastada, en esos primeros ocho o nueve meses lo único que hicimos fue acumular deudas -que estimó en $5 millones- que recién hoy las estamos empezando a pagar”.
El dueño de un local de lencería femenina, cuya familia inauguró el comercio en el año 1942, señaló: “Hoy cerramos desde temprano, ni los proveedores vienen”.
“Cada vez es peor, cada vez hay más manifestaciones y de todo tipo”, añadió. ”El que baja persiana ya no levanta más, el centro después de la pandemia cambio muchísimo, la gente ya no vuelve más y cada día es más difícil tener abierto un local. La vida está acá dentro, hay que pelear día a día”, cerró el comerciante entre lágrimas.
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Por último, una persona que abrió un local de venta de motos hace un mes contó: “La luz, el agua y el alquiler hay que pagarlo igual, un día como hoy no me descuentan nada a mí”.
