Por la poca visibilidad producida a causa de la gran cantidad de niebla presente en la Ciudad de Buenos Aires, este domingo se registraron más de 100 vuelos demorados o cancelados en el Aeroparque porteño Jorge Newbery y en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. La situación sucede en medio de las vacaciones de invierno.
Entrada la tarde, la intensa niebla en la ciudad y la provincia de Buenos Aires comenzó a reducirse a nivel de la calzada, pero se mantuvo densa a más de 60 metros de altura, lo que provocó que los vuelos sufran nuevas modificaciones en su programación, tal como sucedió este sábado.
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El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió para este domingo una alerta violeta para estas jurisdicciones, además de Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe. Si bien ya se levantó, la normalización de vuelos demandará varias horas.
Cuál es la situación en los aeropuertos
Los inconvenientes con la poca visibilidad en el Aeroparque Jorge Newbery y en el Aeropuerto de Ezeiza comenzaron este viernes, y desde el sábado cerca del mediodía se agravaron.
De acuerdo con la última actualización oficial, alrededor de las 18.30, en Ezeiza se cancelaron dos vuelos y se demoraron 20, mientras que seis debieron ser alternados desde Aeroparque.
En tanto que en el aeropuerto porteño, 58 vuelos sufrieron algún tipo de demora y 16 debieron ser cancelados, mientras que 62 lograron despegar de la pista en horario.
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De esta manera, fueron 102 los vuelos que este domingo sufrieron algún tipo de inconveniente en los aeropuertos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Niebla en Buenos Aires: por qué se produce
El fenómeno climático, que irrumpió en estas vacaciones de invierno, se llama “niebla por advección” y se produce cuando una masa de aire relativamente más cálido y húmedo se desplaza sobre una superficie más fría, en este caso, las aguas del Río de la Plata.
A diferencia de la niebla tradicional, que se forma durante la madrugada y desaparece con el sol, ésta puede irrumpir en cualquier momento del día. Por lo general, ocurre cuando el cielo está despejado, el viento calmo y el suelo pierde calor por radiación.
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En este caso, la niebla por advección se disipa cuando cambia la dirección del viento o cambia la temperatura.
Para que la intensa niebla logre disiparse totalmente, se espera la llegada de un frente frío que, según el SMN sucedería en los próximos días.
