Los “truchitos” de José León Suarez son la forma más fácil de moverse, para los vecinos del Barrio Independencia, más conocido como “Curita” de San Martín.
Sin apps, sin GPS, son autos de todo tipo de marcas, año y modelo, “cansaditos” pero manejados por y para la gente del barrio.
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Hay paradas en la estación y en el fondo de los barrios. Cumplen la función de un colectivo, pero más práctico, más cómodo y a veces, más barato.
Funcionan desde las cuatro de la mañana hasta las diez y media de la noche, horario en que llega el último tren a la estación José Leon Suarez. A veces, incluso, hasta más tarde.
“Nosotros llevamos a los laburantes, y nos tienen confianza por que nos conocen, somos gente del barrio”, contó Miguel, que con su remis se gana la vida, en esa misma parada, hace veinticuatro años. Desde Menem hasta acá.
El recorrido es siempre el mismo, van y vienen desde el fondo de “Curita”, hasta la estación.
El auto se comparte y el precio, también, cuarenta mangos por cabeza y un viaje de cuatro personas por coche cómo mínimo.
“Hace un año que estamos fijos en cuarenta pesos, si lo ponemos a cincuenta no sé si la gente se va a querer subir”, explicó uno de los choferes.
La gente de la zona se acostumbró a este servicio que comenzó muchísimos años atrás. De esta manera evitan el colectivo, con todo lo que eso significa: la inseguridad de la larga espera en la parada, ya que no tiene mucha frecuencia y da toda la vuelta al barrio, por lo que a los vecinos les resulta mucho más incómodo. En cambio, con el compartido van por dentro del Curita.
“Estas paradas son más seguras que las del bondi, son más de barrio, nos conocemos todos. Igual, siempre pasa algo”, comentó una vecina que hace años se sube al trucho para ir a trabajar.
Si bien son una alternativa económica, para gente que viajaba siempre, por la crisis el truchito se convirtió en un lujo que no se pueden dar. “Nosotros vemos clientes de toda la vida que ya no tienen ni cuarenta pesos y se van caminando. No les queda otra, la gente no tiene un mango”, remarcó Miguel.