Las elefantas asiáticas Pocha y Guillermina llegaron al Santuario de Elefantes de Brasil (SEB) en el Mato Grosso este jueves por la mañana, tras cinco días de viaje desde Mendoza, Argentina. Los animales habían salido del ecoparque de la capital provincial el sábado por la tarde y su liberación fue celebrada y acompañada por una caravana de autos.
La llegada de las elefantas al santuario se pudo seguir en vivo a través de las redes sociales, y las escenas emocionaron a todos los usuarios, felices de ver a los animales por fin en un hábitat más parecido al suyo.
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Ahora Pocha y Guillermina podrán disfrutar de un entorno de 1.500 hectáreas de selva y dejar atrás los años en la fosa del ecoparque mendocino, donde a su alrededor solo había cemento y piedras, y donde lo único que podían ver eran paredes y encierro.
Cómo fue el viaje de las elefantas Guillermina y Pocha
Fueron 3.600 kilómetros los que Pocha y Guillermina tuvieron que recorrer por tierra dentro de contenedores especiales diseñados especialmente de 5 metros de largo, 2 metros de ancho y 3,20 metros de altura. Para afrontar el viaje, debieron permanecer un año en cuarentena.
Las dos elefantas viajaron todo el tiempo en un mismo camión, en dos contenedores distintos y que estuvieron enfrentados entre sí. Esto les permitió irse mirando la una a la otra en todo momento y reducir situaciones de estrés, puesto que así habían estado durante los últimos 23 años.
La aprobación del traslado fue otorgada por el Ministerio de Ambiente de Nación y el financiamiento para el traslado de las elefantas fue conseguido por el SEB. El santuario está ubicado en el estado brasileño de Mato Grosso, en el centro-oeste de ese país.
Las elefantas partieron el sábado a la tarde desde el ecoparque. Fueron acompañadas por un equipo humano que incluyó a personal y entrenadores del santuario, a los cuidadores que acompañaron a las elefantas en Mendoza y a voluntarios de la Fundación Franz Weber.
Según consigna el diario mendocino Los Andes, tras recorrer el país de oeste a este y salir de Argentina por Puerto Iguazú, ingresaron a Brasil por Foz de Iguazú el martes por la mañana. Cerca de las 9:30, el equipo presentó toda la documentación en la sede de Migraciones de ambos países y continuaron con la misión por rutas brasileñas. Luego, la caravana completó dos días más de viaje hasta llegar este jueves por la mañana al Santuario.
La emoción de la gente y las elefantas en el viaje
Antes de partir de Mendoza y a través de las distintas ciudades argentinas por las que pasó el camión que llevaba a Pocha y Guillermina, hubo gente que se acercó a saludar y sacarles fotos, cuando hacían alguna de las paradas técnicas.
Según indica Los Andes, cada dos horas y media aproximadamente los vehículos se detenían para que las elefantas comieran y se hidrataran y en ese momento la gente se acercaba. La dieta de madre e hija durante la travesía incluyó alfalfa seca, variedad de frutas (como manzanas, melón) y verduras (zanahoria, entre otras) y alimento balanceado.
Además de comer y descansar un rato, durante las paradas, las elefantas aprovechaban para acercarse y darse cariño. Se pudo ver cómo entrelazaban sus trompas a través de las rejas de los contenedores, lo que despertaba aún más la emoción de quienes veían ese espectáculo.