A. N. tiene 26 años y es de Córdoba. Hace casi cuatro años le había prometido a Morena, su sobrina, que para su cumpleaños iba a aparecer disfrazado de Batman, porque ella quería vestirse de Batichica. Pero la promesa quedó pendiente: Morena contrajo hepatitis y falleció antes del festejo.
Por eso, este cordobés -cuya identidad quiso resguardar- comenzó a visitar religiosamente el Hospital Pediátrico cada miércoles vestido de Batman para sacarle una sonrisa a los niños que están internados.
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La iniciativa comenzó hace casi cuatro años, la semana después de la muerte de Morena. Batman no dejó de ir al hospital ni en pandemia, con los protocolos correspondientes. El día elegido para realizar las recorridas son los miércoles, el día que su sobrina falleció.
“El Batman cordobés” expresó: “Yo considero que los niños son héroes sin capa. Sé que puede haber muchas Morenas más y me arraiga a la responsabilidad de visitar a niñas y niños”.
Además de visitar a los chicos internados, el joven les lleva juguetes. “Nunca caigo con las manos vacías. Ver a un niño que está vulnerable de salud, ver que uno le cambia la atmósfera aunque sea por cinco minutos me llena el alma”, manifestó.
En ese sentido, contó: “El hecho de que Batman les de un autito insignificante... lo valoran inmensamente”. Los regalos que él lleva en su mayoría los paga por su cuenta, aunque a veces recibe donaciones en su cuenta de Instagram (@thebatmancordoba).
Imponente con los 1,90 metros de altura que alcanza con el traje, el Batman cordobés llega a las “batimisiones” en una moto -preparada especialmente para él- a la rampa del Hospital Pediátrico. Su gran traje fue elogiado por los productores de la película y lo felicitaron por el trabajo que lleva a cabo.
Le gusta decir que “el Guasón que combate son las enfermedades y las tristezas de los niños del hospital”.
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La persona debajo del personaje
Aunque no quiso revelar su nombre, sabemos que el joven Batman cordobés está casado, estudia para ser profesor de Educación Física y trabaja en una estación de servicio. Claro, todo superhéroe tiene sus dos caras.
“El fin de esto es ser un ciudadano de Córdoba”, dice A. y sostiene que es “muy serio”. Su familia, en especial su esposa, fueron pilares fundamentales para que él pudiera llevar adelante estas acciones.
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A partir de sus visitas aseguró que empezó a valorar las pequeñas cosas. “Yo aprendo mucho de los niños, de que tenemos que ser agradecidos. Ese es el mensaje”, concluyó.
