“Siempre se puede”, dice Mónica Lloret, una de las pocas personas que sobrevivió a la masacre de Hurlingham. Allí perdió a su marido y a su hijo Mateo que iba a nacer ese mismo día.
La mujer ya tenía 4 hijos y en diciembre nació Gabriel, que le devolvió la sonrisa y las ganas de vivir.
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La masacre de Hurlingham
El 5 de febrero de 2017, el excuñado de Mónica decidió terminar con la vida de toda la familia. Y casi lo logra.
El expolicía Diego Loscalzo mató en pocos minutos a 3 personas en la casa de Williams Morris en la que aún convivía con Romina Maguna, la primera víctima. Después mató a su cuñada, Vanesa Maguna y al esposo Darío Díaz. Además, le disparó a Cintia López Gotta, amiga de la familia. López Gotta logró sobrevivir porque fingió estar muerta.
Pero el asesino no se conformó con esos crímenes y fue a buscar más. En la segunda parte de una de las masacres más sangrientas del Conurbano, Loscalzo se trasladó hacia la casa donde vivía el resto de la familia de su pareja, a unas cuadras de allí.
Tocó el timbre y con la excusa de un supuesto accidente doméstico, logró que todos salieran de la casa para matarlos. Asesinó a su suegra, Juana Paiva, y al hermano de Romina, José Eduardo Maguna.
José era el marido de Mónica, que unas horas antes había empezado con el trabajo de parto y sabía que ese día conocería a su bebe tan esperado. “Ese día yo estaba ya con 39 semanas de embarazo. Estábamos esperando a que empiecen las contracciones más fuertes para poder irnos a la clínica”, relató Mónica a Telenoche.
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Por los cinco crímenes, Loscalzo fue condenado a perpetua.
El relato de Mónica, sobreviviente a la masacre de Hurlingham, con Telenoche
“Vino Loscalzo y se llevó a Romina. Luego apareció devuelta diciendo que Romina había caído por las escaleras y que necesitaba que vayamos a socorrerla. Mi pareja (José) le dijo a Loscalzo que vaya yendo, que nosotros íbamos atrás con el auto”, contó Mónica.
“Hicimos una cuadra y media, él volvió hacia atrás con la moto hacia donde estaba la ventanilla de Juana. Cuando llegó ahí, sacó el arma y le dijo: “Vieja hija de mil p...”, y le efectuó un disparo”, detalló Mónica en su estremecedor testimonio. Luego José trató de agarrarlo para reducirlo pero también recibió un disparo.
Loscalzo, después de matar a su suegra y su cuñado, disparó contra Mónica cinco veces. Dos balas impactaron en las piernas, dos en el tórax y costado del abdomen y una en la panza con 9 meses de embarazo. La bala atravesó a Mateo y nada se pudo hacer. “Yo empecé a perder el aire. Y escuchaba los pasos sobre los vidrios de él (Loscalzo) cuando se iba”, describió Mónica.
“Me desperté en terapia intensiva un lunes a la tarde y busqué Hurlingham en Google y lo primero que decía era masacre de Hurlingham”, contó Mónica, que tuvo que transitar un largo camino para sobreponerse. “Sentía llorar a un bebé a mitad de la noche y no había nadie”, relató.
A cinco años de esta tragedia, Mónica es un ejemplo de resiliencia, logró sobreponerse para cuidar a 4 sus hijos y en diciembre pasado fue nuevamente mamá: Gabriel llegó para sanar a toda la familia.
Sabía que iba a ser difícil porque su útero había sido lastimado por la bala que la atravesó, pero decidió seguir adelante y con mucho reposo el embarazo llegó a término.
