La muerte de Carlos Menem Junior quedó rodeada de dudas y conjeturas que la historia y las investigaciones nunca lograron aclarar. Sin embargo, lo que no resiste discusión es que la caída del helicóptero que piloteaba el hijo del entonces Presidente de la Nación y terminó con su vida, se llevó también la de un amigo suyo: Silvio Oltra.
Eran amigos y eran socios, porque juntos tenían un equipo de autos. De hecho, el principal sentido de aquel viaje en helicóptero habría sido ir a Ramallo (a 200 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires) a ver coches. A los dos los fanatizaba la velocidad y los motores. A Carlos Menem junior, como corredor aficionado; a Oltra, como profesional. Aunque para 1995, además de su vínculo con los autos de carreras, había otro rubro que ya lo tenía definitivamente captado: la música.
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Nieto de una profesora de piano, Silvio Oltra convivió con los instrumentos desde chico, cuando también empezó a tocar la guitarra. Nacido en febrero de 1957, en su adolescencia empezó a descubrir su gusto por los coches y ya de más grande, en el rol de comerciante, tuvo agencias de autos. Desde ahí empezó a dispararse su vocación como corredor.
Y empezó a pilotear autos (también le gustaban las motos, los helicópteros y los aviones) de manera regional a fines de los años 70, a bordo de un FIAT 600 en la categoría Standard Mejorado. Y fue cuestión de tiempo para que Oltra comenzara a crecer dentro del automovilismo.
Silvio Oltra, campeón de TC2000
Y en la década siguiente debutó en categorías nacionales, corrió entre otras en la Fórmula Renault y en 1982 empezó a destacarse en el todavía joven TC 2000, que había sido creado en 1979 por el Automóvil Club Argentino con el fin de ser la competencia directa del Turismo Carretera (TC).
El éxito más grande de su carrera como piloto de autos llegó en 1987, cuando fue campeón del TC 2000 manejando una Renault Fuego. Y a partir del año siguiente, además, empezó a corre también en el TC, para de ese modo consolidarse en la elite del automovilismo argentino.
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Ya estaba casado con la modelo Elena Fortabat, sobrina de la por entonces poderosa empresaria Amalia Lacroze de Fortabat (dueña de la cementera Loma Negra) y era padre de una niña, Carolina, quien luego de convirtió en modelo y conductora de TV.
Silvio Oltra también era músico
Para ese momento, Oltra había tenido “otro hijo”: su primer trabajo discográfico, llamado “Silvio Oltra” y en el que pudo expresar sus gustos e inclinaciones por la poesía y la composición musical. Más tarde sacaría otros dos discos: uno en 1990 (Ahora tengo todo) y otro en 1992 (Aprender a vivir).
Se había instalado un pequeño estudio de grabación en su casa y desde ahí desarrollaba sus producciones. De este último CD salió su canción más popular, “Sintonía”, que se convirtió en un tema muy radial y que lo hizo conocido en diferentes ambientes.
Para entonces, su carrera como empresario y corredor de autos ya estaba consolidada como también su relación de amistad con del hijo del Presidente, Carlos Menem junior. Y en 1993 su vida personal tuvo un quiebre, cuando se separó de Elena Fortabat e inició un romance con Carla Currone, quien estaba embarazada de casi ocho meses cuando fue el accidente que terminó con la muerte de Oltra. Un mes y medio después, nació Matko.
Mientras se preparaba para iniciar la temporada 1995, que lo volvería a tener como protagonista en el TC 2000 a bordo de un Fiat Tempra, la muerte le truncó los sueños. Su familia, a diferencia de Zulema Yoma y Zulemita Menem, madre y hermana de Carlos Jr., nunca acompañó la teoría del atentado ni puso en duda que la caída del helicóptero fue producto ni más ni menos que de un accidente.
