Norma Aleandro pertenece a una familia de artistas: es hija de los actores Pedro Aleandro y María Luisa Robledo y hermana menor de María Vaner; no sorprende entonces que haya iniciado su carrera a los 9 años. Ya adulta integró el elenco del celebrado programa de Radio Nacional Las dos carátulas y participó en varias películas y programas de televisión.
También en teatro hizo los principales clásicos: Eurípides, Molière, Cervantes, Lope de Vega, Tennessee Williams, etc. Pero fue a partir de la década del 70 que su carrera dio un giro de alto voltaje cuando formó parte del grupo Gente de Teatro, más conocido como “el clan Stivel”.
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David Stivel fue un autor y director que cambió profundamente la televisión, el estilo de actuación, el manejo de las cámaras y las ideas argumentales. Cosa juzgada fue el ciclo emblemático del grupo, que recreaba casos reales de la justicia argentina ficcionalizados.
Los libros pertenecían a Juan Carlos Gené, Carlos Somigliana y Martha Mercader. Además de Norma Aleandro, integraban el clan Stivel Bárbara Mujica, Marilina Ross, Emilio Alfaro, Federico Luppi, Carlos Carella y el mismo Juan Carlos Gené.
Hacia 1975, amenazada por las fuerzas de la dictadura militar, se exilió primero en Uruguay y luego en España, donde continuó su carrera. Regresó al país en 1981 para el estreno mundial de La señorita de Tacna, la obra teatral de Mario Vargas Llosa.
Luego filmó con Héctor Alterio La historia oficial, la película que obtuvo el premio Oscar a la mejor producción en idioma extranjero y le proporcionó una cantidad de galardones como mejor actriz en los festivales internacionales de Cannes y Cartagena.
Trabajó en Hollywood con Liv Ullmann y Anthony Hopkins y de vuelta en el país participó en varias decenas de películas a lo largo de todos estos años: Operación Masacre, Cien veces no debo, Sol de otoño, El hijo de la novia, Anita, y la lista sigue.
En teatro fue Maria Callas en Master Class y una extraordinaria borracha en Agosto, de Tracy Letts, solo por nombrar algunos ejemplos. En televisión participó de una cantidad de producciones como En terapia, con Diego Peretti. Norma Aleandro, definida como la gran dama de la escena argentina, fue designada como la primera presidente de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina.
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Hizo papeles centrales y participaciones breves, hizo dramas clásicos y telenovelas, y por supuesto recibió toda clase de homenajes oficiales junto con la admiración y el respeto de un público fiel.
