Un fuerte temporal en Iruya provocó un alud de barro no terminó en tragedia de milagro en ese pintoresco pueblo de montaña de Salta. Las intensas lluvias hicieron que aumentara el caudal del río Milmahuasi y así se provocará un fenómeno pocas veces visto en la ciudad.
Las imágenes, filmadas por el celular de un turista, muestran cómo el alud de agua y barro asustó a todos los presentes en la zona. Algunos corrieron a salvar los vehículos que estaban estacionados a la orilla del río, mientras que otros buscaron refugiarse lejos del alud.
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De acuerdo a la información preliminar que brindaron las autoridades, no hubo heridos por el impresionante fenómeno, pero varios turistas quedaron varados en la zona. Además, se suspendieron los viajes de entrada y salida al pueblo.
Los especialistas recomendaron a todos los turistas y habitantes de la población que se queden en Iruya hasta que baje el caudal del agua del Río Milmahuasi por el peligro de que exista otro alud de barro.
Un grupo de concejales envió un proyecto de defensa y canalización del río, y pidió al Gobierno provincial de Salta que “ayude a solucionar un problema que realmente preocupa a los vecinos”. “Tenemos conocimiento de que existía un proyecto de 12 millones pesos para hacer las defensas del río. No sabemos que pasó con ese proyecto”, indicaron en una entrevista a El Tribuno.
Iruya, un pueblo que está colgado de la montaña
La poca accesibilidad que hay hasta Iruya complicó aún mucho más la asistencia para los vecinos y turistas que estaban en la zona. Es que se trata de un pueblo salteño al que se accede únicamente a través de la provincia de Jujuy, desde la Quebrada de Humahuaca.
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Iruya compone uno de los sitios de interés turístico más importantes de norte argentino, al que viajan miles de turistas todos los años. El pueblo y sus alrededores están dentro de la reserva de biosfera de las Yungas, protegida por la Unesco desde 2002. En 1995 fue declarado Lugar Histórico Nacional.
Una de las características más pintorescas que tiene este pueblo son sus calles angostas empedradas y empinadas, con casas de adobe y piedra. Además, para poder llegar se debe recorrer un extenso camino de montaña.
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Dentro de Iruya existe un pueblo aún más peculiar llamado San Isidro de Iruya, al cual se accede únicamente a pie o arriba de un burro. Este pueblito no conoce de señal ni de internet, pero cuenta con una vista natural excepcional, elegida por muchos turistas.