Un nene de 4 años fue atacado brutalmente en la cara por un dogo en un balneario de la localidad bonaerense de Punta Alta. La Policía detuvo al dueño del perro, que estaba ebrio, por amenazar a dos mujeres luego de la agresión del animal.
El ataque sucedió el sábado de Navidad en el balneario de Arroyo Pareja, ubicado a pocos kilómetros de Punta Alta, cabecera de Coronel Rosales. Los investigadores aún tratan de averiguar cuál fue la causa que motivó a la agresión del animal.
El dogo le mordió el rostro al nene de 4 años que estaba jugando en el balneario. El menor tuvo que ser trasladado de inmediato al hospital Interzonal de Agudos José Penna, de Bahía Blanca, donde fue asistido.
Cuando la Policía llegó al lugar se encontró con una situación inesperada: el dueño del perro, que tenía un fuerte olor alcohol según los efectivos, estaba amenazando a los gritos a dos mujeres que estaban en el balneario cuando el animal atacó al niño.
Fuentes policiales indicaron que el hombre de 25 años, identificado como Fernando Frank, fue detenido en el marco de la causa caratulada como amenazas y desorden. La causa es investigada por la UFI N°15 y el Juzgado de Paz de Coronel Rosales.
Los antecedentes peligrosos del Dogo argentino
En el último año, la raza Dogo argentino fue protagonista de tres ataques brutales a niños muy pequeños. El primero sucedió en Ensenada, el 5 de noviembre del año pasado, cuando un perro mató a una niña de dos años.
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El dogo, que era parte de la familia de la nena, la mordió en el cuello y en la cara. La víctima fue trasladada al hospital de Niños de La Plata, pero a las pocas horas falleció.
Y el 5 de febrero de este año ocurrió otro episodio que terminó en tragedia. Otro dogo blanco asesinó a una nena de un año y siete meses en la localidad de Rivadavia, Mendoza.
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Micaela Rufina estaba con sus abuelos y su tía en la cocina del domicilio cuando se fue hacia el patio. Después todo sucedió muy rápido: el perro la atacó violentamente y le clavó los dientes ocasionándole diversas heridas. La más grave a la altura del cuello.
Tras el ataque, Micaela fue trasladada de urgencia en el auto de un vecino al Hospital Dr. Carlos Saporiti, en la localidad de Rivadavia, ubicada a unos seis kilómetros de la capital provincial. Cuando llegó a la clínica su cuadro era de gravedad y, a las pocas horas murió.
