Cada 20 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Memoria Trans, dedicado a la memoria de aquellas personas transexuales, transgénero y de género no binario que fueron víctimas del travesticidio y el transodio.
En nuestro país, existe el Archivo de la Memoria Trans, un colectivo audiovisual que busca proteger, construir y reivindicar la historia de la población travesti trans de la Argentina. Cuenta con más de 10 mil piezas que recorren el siglo XX hasta la década del ‘90. Fue creado por la activista transexual María Belén Correa.
En 1993, junto a Claudia Pía Baudracco y otras activistas, Correa fundó la Asociación Travestis Transexuales Transgéneros de la Argentina (ATTTA). En diálogo con TN, María Belén habló de la importancia de rescatar la memoria trans travesti, de las deudas pendientes de nuestro país, de la necesidad de una reparación histórica para la población travesti trans, del exilio y de su presente “híbrido”.
- En el Día Internacional de la Memoria Trans, ¿qué podés decir de la importancia de rescatar la memoria travesti trans?
- El Día Internacional de la Memoria Trans nació en los Estados Unidos y se fue dispersando en todo el mundo. Acá en la Argentina es el sexto año que se va a conmemorar con el “Acto de las candelas”. Hay que pensar en un movimiento internacional que se está acoplando y que a futuro esperamos que sea como las marchas. Este año vamos a estar desfilando desde Casa Rosada hasta el Congreso con una bandera de 15 metros que viene recorriendo toda la Argentina.
Esa bandera fue intervenida por todos los hombres y mujeres trans de las distintas provincias. Pusieron los distintos nombres de las personas que nos negamos a olvidar. Y ese es el formato que tiene esta acción de memoria, esta acción de negarnos a olvidar.
- Además de tu militancia en ATTA formaste el Archivo de la Memora Trans (AMT). ¿Qué buscan con el Archivo y qué pudieron lograr a partir de rescatar esos testimonios, objetos y, sobre todo, fotos? ¿Cómo fue el recorrido de ser “chicas que juntaban fotos” hasta la profesionalización?
- Veo un avance muy grande dentro del grupo interno. Hoy tengo un grupo de seis compañeras trans mayores de 50 años capacitadas, trabajando perfectamente. Gracias a los distintos fondos que hemos recibido del extranjero, hemos tenido la posibilidad de equiparnos para tener las herramientas y poder trabajar como un archivo verdadero.
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Hicimos ese proceso de pasar de un grupo de chicas “junta fotos” a ser un grupo de profesionales. Muchas están haciendo la carrera archivística, la diplomatura. Esos cambios no tienen que ver solo con el Archivo sino también con todas y todos los integrantes: somos 12 personas trabajando en CABA, más las ampliaciones en distintos puntos de recolección de la Argentina.
- En el último tiempo hubo derechos conquistados, como la Ley de cupo laboral travesti trans. Sin embargo, sigue vigente la necesidad de la reparación histórica y está aún pendiente una Ley integral trans. ¿Cuáles son los reclamos principales?
- El reclamo es contra el olvido de las personas que fueron la lucha y el frente de batalla, las que estuvieron en la primera línea, que son las personas mayores de 40 años.
Si nos ponemos a ver los números del RENAPER, somos 9 mil personas que hemos tenido el cambio registral. Nueve mil personas trans registradas en la Argentina.
Pero los mayores de 40 años son el 19% de ese número. Entre 40 y 49 años es el 14% de 9 mil y entre 50 y 59 años es el 4%. Mayores de 60 años es el 1 por ciento. El 42% de los 9 mil que hicieron el cambio registral son hijos e hijas de la Ley de Identidad de Género.
Eso te da la pauta del genocidio que hubo sobre la población trans en la Argentina.
- Vos decís que las mujeres y hombres trans necesitan también “Memoria, Verdad y Justicia”. ¿Cómo fueron los años de dictadura y cuánto creés que falta para conseguir que se reconozca esa deuda con ustedes?
- La Ley de Identidad de Género tenemos que leerla como el comienzo de la democracia para las personas travestis. Las personas cis tuvieron una democracia a partir del 10 de diciembre de 1983. La nuestra comenzó a partir de 2012 con la sanción de la Ley 26.743 en que el país me dio una identidad.
La identidad de una lucha tan fuerte que tiene la Argentina junto a los Derechos Humanos. Nosotras no tuvimos ni Madres ni Abuelas que reclamaran por nuestros cuerpos. Tampoco tuvimos descendencia.
El AMT viene a ocupar ese espacio de recordar y de poder documentar lo que pasó. En algún momento podremos tener Memoria, Verdad y Justicia.
Hoy se está peleando por una Ley Integral Trans. Por reconocer y reparar. “Indemnización Ya”. Todos proyectos que existen, pero todos destinado a una verdadera reparación histórica ya que hasta el día de hoy, la reparación histórica es heterocis.
- ¿Cómo fueron los primeros años después del ‘83?
- Los grupos de Derechos Humanos todavía no reconocen que las personas travestis, transexuales y transgénero estuvimos en los centros clandestinos de detención. Ni reconocen que después del 10 de diciembre de 1983, cuando vino la democracia, los grupos de operaciones ya no podían secuestrar obreros ni estudiantes, no podían meterse a las casas. Entonces esos grupos de tareas se dedicaron a hacer limpieza social y ahí vino la matanza más grande de travestis, transexuales y transgénero que quedó documentada al borde la Panamericana si solo hablamos de la Ciudad y el Gran Buenos Aires.
Lo único que tenemos son los documentos que dejaron los diarios y revistas de la época para poder contabilizar las distintas matanzas que hubo. Con eso estamos diciendo que nuestra democracia no fue paralela a la gente cis.
- ¿Cómo viviste tu exilio en EEUU y cómo es tu realidad ahora?
- Mi exilio lo pasé como todo exilio: feo y cruel, irme sin tener ganas de irme. Porque hay muchas personas que planean exiliarse. Yo no tuve plan, tuve que irme en 15 días porque tenía a la policía persiguiéndome y me tuve que ir sí o sí.
Los primeros 4 o 5 años fueron muy feos para mí. Pensaba abandonar todo. Pensaba que si regresaba iba a perder todo lo que había hecho hasta ese momento, que era la documentación como asilo político. Así fue pasando el tiempo y me quedé.
Soy como una híbrida: cuando vuelvo a la Argentina me tratan como extranjera y cuando estoy afuera también soy extranjera. En Europa soy una sudaca y en la Argentina me tratan como europea.
El 8 de diciembre de 2004, la Corte de los Estados Unidos me otorgó el asilo político por haber demostrado la persecución del Estado. Yo me tuve que ir del país por mi activismo, por ese nivel de visibilidad. Esos años que estuve en EEUU (desde 2001 hasta 2008) me capacité y conocí activistas, hombres y mujeres trans. Conocí los primeros hombres trans y me sorprendí porque en la Argentina eso no era tan visible.
- Tras aquellos años difíciles del exilio, ¿cómo definís la actualidad “híbrida”?
- A mí me costó tener que irme. Eso también me formó y me forjó. Todas las personas que transitaron el exilio saben de lo que hablo. De esa negación de querer separarse, de convertir tu casa en un consulado, como territorio argentino y esa negación a desconectar del activismo argentino porque sería desconectar de mis raíces y de mis valores.
Si bien he sumado otros espacios, como hoy, que vivo en Alemania y ayudo a las latinas que vienen a mi ciudad – Hanover- sigo trabajando en la formación de este archivo que es para dejar una descendencia, una herencia a las nuevas generaciones.
Día Internacional de la Memoria Trans: por qué se conmemora cada 20 de noviembre
Cada 20 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Memoria Trans, dedicado a la memoria de aquellas personas transexuales, transgénero y de género no binario que fueron víctimas del travesticidio y el transodio (el odio, la discriminación y la violencia hacia la comunidad trans).
El Día de la Memoria Trans fue creado en 1998 por Gwendolyn Ann Smith, una diseñadora gráfica transexual y activista. Recuerda a Rita Hester, una mujer trans afroamericana estadounidense reconocida por su trabajo en la defensa de los derechos de la población trans.
Este día busca visibilizar y concientizar a la sociedad con el objetivo de garantizar todos los marcos normativos dirigidos a la comunidad trans.