El Día Internacional del Controlador Aéreo nació como fecha aniversario de la puesta en marcha de la Federación Internacional de Asociaciones de Controladores de Tránsito Aéreo (IFATCA), que se gestó el 20 de octubre de 1961.
En aquel entonces, el trasporte aéreo necesitaba de mayor seguridad y regulación, porque ya había sido avalado a nivel mundial como una forma rápida y económica de viajar.
Desde aquel tiempo a la actualidad, son muchos los cambios que se han dado en la profesión de controlador aéreo, pero uno de los que más llama la atención, es que ha disminuido el número de controladores aéreos en el mundo.
¿Cuál es la tarea de un controlador aéreo?
Los controladores aéreos tienen la función principal de dirigir aviones que estén dentro de su rango aéreo. En la torre de control, ellos tienen la mayor visión de toda la pista y son los responsables de autorizar el aterrizaje y despegue de cada avión y designar la pista.
A través del radar se controla el tránsito de aeronaves y su separación. No ven a los aviones en vivo cuando se trata de trayectorias en ruta. En la torre de control se tiene contacto visual con las aeronaves toda vez que las condiciones meteorológicas lo permiten. Las rutas de los vuelos comerciales - con sus niveles de vuelo- están contenidas en el plan de vuelo que sigue cada avión. El controlador hace que esta ruta se cumpla en todo cuanto sea posible.
¿Dónde estudian los controladores aéreos?
Ser controlador aéreo es una profesión certificada, o sea, que se dictan capacitaciones en escuelas técnicas que están avaladas por la autoridad aeronáutica de cada país. En la Argentina, la capacitación básica es provista por el Centro de Instrucción, Perfeccionamiento y Experimentación (CIPE) dependiente de la Administración de Aviación Civil, así como por EANA, la Empresa Argentina de Navegación Aérea. Tanto ANAC –como autoridad aeronáutica- como EANA –prestadora de los servicios de navegación aérea- pertenecen al Ministerio de Transporte de la Nación.
