Amy Winehouse, la artista británica considerada una de las más importantes del siglo XXI por el amplio y rico legado mundial que dejó y trasciende generaciones, hubiera cumplido hoy 38 años.
El 23 de julio de 2011, la cantante que tenía 27 años, fue encontrada muerta por su guardaespaldas en la cama de su departamento de Londres, y desde ese entonces integra la lista del “club maldito de los 27”, junto a otros artistas que murieron a esa edad, como Jimi Hendrix, como Jim Morrison, Kurt Cobain y Janis Joplin -entre tantos otros.
Amy Jade Winehouse nació en 1983 en el seno de una familia judía del barrio de Southgate (norte de Londres). Aunque su padre era taxista y su madre farmacéutica, gran parte de sus allegados tenían relación con el jazz. La pequeña Amy parecía destinada a extender su legado artístico. Tenía 9 años cuando sus padres se divorciaron.
A los 10 años, formó una banda de rap llamada Sweet ‘n’ Sour. Frank Sinatra, Ella Fitzgerald, Tony Bennett o The Ronnettes fueron algunos de los nombres que marcaron la banda sonora de la infancia de Winehouse y de su hermano mayor, Alex.
A los 18 años, Amy ya componía y recorría los pubs del norte de la capital inglesa cantando y acompañándose de su guitarra. A la gente le llamaba la atención esa chica desenfadada, de perfil similar a Barbra Streisand y dueña de un registro y un color vocal verdaderamente incomparables.
Una de sus composiciones fue entregada por el cantante Tyler James, su pareja de aquel entonces, a un productor musical y ese fue el inicio de su carrera profesional. El contrato duró hasta 2002, año en el que conoció, por medio de un representante de Island Records, a su productor Salaam Remi.
Un año después, el 20 de octubre de 2003, bajo la producción de Remi, Amy Winehouse publicaría su disco debut: Frank, en homenaje a Sinatra. Fue nominado a los premios Mercury Music, a los BRIT Awards, y Amy se llevó un Ivor Novello a la Mejor Canción Contemporánea por su single “Stronger Than Me”. El éxito la llevó a presentarse en su primer festival Glastonbury, donde años después regresaría.
Pero todo terminaría de explotar unos años después. Amy Winehouse saca a la luz su segundo disco, Back to Black, que fue furor. Vendió más de 20 millones de copias alrededor del mundo, se convirtió en el álbum más vendido del siglo XXI en el Reino Unido y Rolling Stone lo introdujo entre los mejores 500 álbumes musicales de todos los tiempos. Con él, Winehouse fue nominada a categorías de los Premios Grammy, y resultó ganadora en cinco de ellas.
“Rehab” se convirtió en su gran hit, en medida gracias a su letra atrevida y desafiante. Sin embargo, ahí empezarían a hacerse visibles sus problemas al consumo excesivo de alcohol y drogas. En 2008, entró en rehabilitación por primera vez.
Su último concierto importante fue en Belgrado, un mes antes de su muerte. Un recital que fue anunciado como su gran regreso pero que terminó en un verdadero desastre. Salió a escena borracha y casi no podía cantar o mantenerse en pie.
Como la crónica de una muerte anunciada, el 23 de julio de 2011, Amy Winehouse fue encontrada sin vida en su departamento en Londres, producto de una intoxicación etílica.
Sin dudas, su muerte conmocionó al mundo entero, sin embargo su música sigue presente siendo una inspiración para todas las generaciones. Según explicaron en un comunicado, Argentina se convirtió en el quinto país donde más se reprodujeron los videos de la cantante con 18 millones de vistas, y Buenos Aires la novena ciudad del mundo con 2.78 millones de reproducciones.
