Dos fiestas clandestinas fueron desbaratadas en las últimas horas en dos bares de los barrios porteños de Palermo y Liniers, donde los inspectores descubrieron una gran cantidad de personas sentadas en grupos y bailando, sin barbijos ni respetando los protocolos por Covid-19.
Una de las fiestas se desarrollaba en un local gastronómico de la calle Aráoz al 2400, en Palermo. Cuando los inspectores llegaron entrevistaron al encargado, de 44 años, y vieron que en el lugar no se estaba cumpliendo con ninguna de las medidas necesarias para evitar los contagios. Los asistentes a la fiesta se encontraban bailando, sin distanciamiento y sin usar barbijo. Además, se constató que los presentes tenían stickers pegados en las cámaras de los teléfonos celulares, los cuales eran colocados por personal de seguridad del lugar al ingreso para evitar la filtración de fotos y videos.
Tras corroborar que en total eran más de 140 las personas presentes, instaron a los asistentes a que se retiren y se notificó al encargado del bar por infracción a los artículos 205 y 239. También se le labró un acta al lugar por haber desvirtuado el rubro habilitante, entre otras irregularidades.
La inspección fue realizada en forma conjunta por efectivos de la División Operaciones Especiales Requeridas por el Ministerio Público y la División Investigaciones Delictivas, junto con personal de la Unidad Operativa de Fiscalización Integral (UOFI), la AGC y el CIJ.
La otra fiesta clandestina desarticulada transcurría en un local ubicado en avenida Rivadavia al 10.900, en Liniers, lugar al que se dirigió personal de la Comisaría Vecinal 9B por una denuncia de fiesta clandestina. Los agentes constataron que el sitio no contaba con habilitación y funcionaba con la presencia de más de 70 personas, por lo que la Fiscalía Penal Contravencional y de Faltas Nº 29, del Dr. Brunet, Secretaria Unica, a cargo de la Dra. Davi, dispuso la detención del encargado y la clausura del espacio.
En ambos procedimientos tomaron parte la Policía de la Ciudad, junto con la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ).
Actualmente los bares están habilitados para funcionar como restaurantes, no como bares, por lo que no puede haber gente bailando. La Argentina lleva 12 semanas con una reducción de casos sostenidas. La expansión de la cepa Delta, cuya circulación masiva busca ser demorada el mayor tiempo posible, amenaza directamente a la baja sostenida de positivos que comenzó luego del pico de mayo. Por este motivo, aún se mantienen determinadas restricciones.
