A 260 kilómetros de la capital de Mendoza se encuentra ubicada la ciudad de San Rafael, un lugar donde en el verano cientos de turistas se instalan para disfrutar de los paisajes y del turismo aventura. También se producen unos ricos vinos, aunque durante los últimos años también ha sido epicentro de algunos sucesos económicos y sociales bastante particulares.
// La historia detrás de la estafadora que fingió tener cáncer y le robó hasta a su propia familia
El 3 de junio el medio español El Confidencial publicó un artículo advirtiendo que una ciudad argentina podía entrar en una “guerra civil” por una posible estafa con el tristemente célebre esquema piramidal de Ponzi. ¿Cuál era esa ciudad? San Rafael.
¿Cuál era la posible estafa? Una empresa llamada Ganancias Deportivas que tiene origen español y con sede en Costa Rica. Aunque más allá de esta estructura a nivel intercontinental, está muy arraigada en la ciudad mendocina. Se estima que 40.000 personas ya pusieron dinero, casi la mitad de la población. Lo sorprendente es que si uno camina por las calles no hay absolutamente nadie que no sepa qué es Ganancias Deportivas.
Las apreciaciones y opiniones varían entre los que participan y están conformes y los que decidieron no hacerlo por considerarlo un fraude. ¿Cuál es la promesa? Un 20% de rentabilidad mensual -en euros- si se acierta en unas presuntas apuestas deportivas. ¿Por qué presuntas? Porque para el fiscal Javier Giaroli no existen y todo se sostiene si se logran introducir nuevos participantes a la pirámide. Es decir, no existe el negocio que dicen hacer si no que se basa en introducir más gente y más capital para que se mantenga la estructura.
Como toda estafa piramidal, los primeros en participar cobran el interés prometido. A partir de ese momento es cuando comienza a reclutarse más gente, por lo general de un círculo cercano, que no desconfía en la palabra de quien le demuestra este “nuevo negocio”. Si a esto le sumamos la crisis económica local y la pandemia, se convierte en el combo perfecto para intentar una salida salvadora. Ya lo decían las abuelas: “Cuando la limosna es buena, hasta el santo desconfía...”
El fiscal Giaroli comenzó una investigación de oficio y citó a David Villegas, el mayor referente local del sitio de apuestas deportivas, aunque no logró comprobar la actividad de la empresa. Luego la investigación pasó a la Justicia federal, y la última novedad es que el magistrado Eduardo Puigdéngolas se declaró incompetente y por esto es que la Corte Suprema será la que decidirá cómo continúa todo. En este sentido, un detalle no menor es que está por comenzar la feria judicial.