Este jueves, el dique los Cauquenes, ubicado en la localidad de Jáchal, San Juan, amaneció con la triste imagen de miles de peces muertos. La escena fue compartida por los vecinos en el portal de periodismo ciudadano.
Desde hace días el lugar está seco por la crisis hídrica que atraviesa la provincia y por el cierre de una válvula, informaron medios locales. Desde la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable adelantaron a Diario Huarpe que se encuentran al tanto de la situación y ya tienen previstas medidas inmediatas hasta tomar una decisión final sobre el futuro del dique.
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“Estamos al tanto de la situación y hemos decidido esta mañana nutrir nuevamente el dique con un cauce de agua limpia medido por la crisis hídrica para que le de oxígeno a la fauna que ha crecido en el lugar, como peces de distinto tamaño. Vamos a enviar también agentes de la secretaria para limpiar el lugar”, explicó al mismo medio Jorge Scellato, subsecretario de Conservación y Desarrollo Sustentable.
La muerte de los peces se debe a la acumulación de materia orgánica en descomposición en el fondo del dique que privó paulatinamente a los animales de oxígeno.
Desastre natural en Formosa: murieron millones de peces en el Bañado La Estrella
El año pasado, los vecinos de las localidades de Las Lomitas, Pozo del Tigre y Fontana se impactaron al ver millones de peces muertos en el Bañado La Estrella, en donde se encuentra un embalse hídrico que provee de agua al río Pilcomayo.
Entre las principales causas, los medios locales indicaron el cierre de las compuertas dispuestas por el gobierno provincial. Según la hipótesis, esa acción impidió el libre paso del agua hacia el embalse y disminuyó extremadamente el nivel de uno de los afluentes del río Salado provocando que los peces se quedaran sin oxígeno, atrapados y finalmente, muertos.
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Pero el cierre en el embalse no habría sido la única causa: pese al haber aumentado de manera exponencial la mortandad, también se le agrega la sequía y la falta de agua en la región del Bañado la Estrella. Los “riachos” que nutren al Salado son los principales refugios naturales de estos peces.
La gran preocupación de los ciudadanos cercanos era la contaminación, el olor y el uso del agua. El titular del Sistema de Monitoreo Participativo y Alerta Temprana del río Pilcomayo, Luis María de la Cruz, explicó: “En un ecosistema como el del bañado, al morir y descomponerse estos peces son las aves carroñeras quienes harán su trabajo comiéndolos y limpiando el ambiente. Sin embargo, estas aguas podrían afectar al ingerirla el ganado de la zona”.
