Se cumple exactamente un año desde que anunciaron el aislamiento obligatorio, lo que conocimos como ASPO. La pandemia sigue, crece la preocupación por una segunda ola y las consecuencias económicas son devastadoras. Alcanza con caminar por el Microcentro porteño para tener una muestra de la situación actual.
La calle Florida es quizás el emblema de las persianas bajas. Ya no es la zona comercial por excelencia, sino que se convirtió en un conjunto de carteles de colores que exclaman lo mismo: se alquila. Los números solo confirman lo que está a la vista: el 50% de las galerías bajaron sus persianas y los locales vacíos son casi 100, según afirma la Asociación Amigos de la Calle Florida.
Lejos quedaron las postales típicas con grupos de oficinistas que salen a buscar algún menú para el almuerzo. Ahora en las calles apenas hay repartidores de aplicaciones y mesas esperando a algún transeúnte.
Carlos Blanco hace 20 años que tiene el restaurante La Tropilla sobre Perón, a media cuadra de Carlos Pellegrini. “Hace un año hacía 60 mesas por día y hoy debo estar en 10”, estima mientras el reloj marca las 14 de un miércoles y el salón está prácticamente vacío. “Mataron al Centro”, remata.
La situación del Microcentro es compleja porque se suman varios factores. Por un lado, el 30% de las oficinas están desocupadas. Son empresas que directamente rescindieron sus contratos y enviaron a los trabajadores a sus casas hasta nuevo aviso. Algunas otras optaron por conservar el espacio físico pero sus empleados continúan de manera remota. Por otro lado, las oficinas públicas trabajan con turnos y personal rotativo. Todo esto hace que la circulación sea prácticamente nula al igual que la actividad comercial. Todos los días parecen domingo a la tarde.
Como en muchos otros aspectos, la pandemia aceleró un proceso que se venía dando pero el cambio fue demasiado abrupto. Para Soledad Guilera, profesora de la Universidad Di Tella y especialista en ciudades inteligentes, es probable que tenga que redefinirse el trazo urbano y destaca el concepto de policentrismo, bajo el cual “lo comercial y lo residencial se mezcla. Es decir, que haya viviendas en donde antes había solo oficinas”. Claro que esto será a futuro y con una política estatal que acompañe el proceso. La gran pregunta es qué pasará en los próximos meses.
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Un año de pandemia en números:
- Se estima que el año pasado en la Argentina cerraron 90.700 locales y 41.200 pequeñas y medianas empresas, afectando a unos 185.300 trabajadores. (Fuente: CAME)
- Casi 100 locales cerrados sobre la calle Florida y el 50% de las galerías bajaron sus persianas. (Fuente: Amigos de la calle Florida)
- El 90% de los hoteles de CABA están cerrados. (fuente: FEHGRA)
- Las ventas de kioscos bajaron hasta un 40% (Fuente: UKRA)
- El turismo se redujo un 95%. (Fuente: GCBA)
- Los locales vacíos en CABA aumentaron 31% y en algunas avenidas el 70%. (Fuente: CAC)